Cantadísimo! Por el uso de las megamineras, el Río San Juan cae al mínimo histórico de su caudal y enciende las alarmas de la sequía total: confirman oficialmente que de los 950 hm³ proyectados para el período 2025-2026, el caudal se encamina a tan solo 700 hm³

Actualidad San Juan

El agua es esencial en la minería porque permite los procesos de extracción, transporte y separación de minerales, además de controlar impactos ambientales como el polvo y la calidad del aire. Sin ella, la operación minera sería prácticamente inviable.

  • Procesamiento de minerales
    • El agua se usa para moler y transportar el mineral en forma de lodo.
    • Es clave en la flotación, un proceso que separa minerales valiosos mediante burbujas en agua.
  • Control ambiental y seguridad
    • Se emplea para la supresión de polvo en caminos y áreas de trabajo, mejorando la salud de los trabajadores.
    • Se utiliza en clarificadores y tratamiento de aguas residuales, evitando contaminación y permitiendo reutilización.

Es decir, el agua es el recurso crítico que hace posible la minería, pero también el mayor desafío para su sostenibilidad. La clave está en equilibrar el uso intensivo con la protección de comunidades y ecosistemas. Ante zonas áridas con escasez de agua, como la zona de la Región Cuyo, la minería compite con la agricultura y con el uso de las comunidades.

La escasez de agua en la provincia de San Juan, se debe principalmente a la disminución de nieve en la cordillera, la retracción de glaciares y la sobreexplotación de acuíferos, lo que ha generado una crisis hídrica estructural que afecta al consumo humano, la agricultura y la energía.

En las cuencas de los ríos San Juan y Jáchal, la cobertura nival está muy por debajo del promedio de los últimos 25 años. Esto reduce el caudal de los ríos, que históricamente aportaban 1.900 hm³, pero hoy apenas alcanzan 1.042 hm³ en promedio.

Los principales emprendimientos mineros que se abastecen de la cuenca del río San Juan son Veladero, Gualcamayo, Josemaría, Filo del Sol, Los Azules y El Pachón. Estos proyectos utilizan agua de la cordillera y de los sistemas hídricos asociados al río San Juan para sus procesos de extracción y beneficio de minerales.

El derrame del Río San Juan cae al mínimo previsto y se profundiza la crisis hídrica

El panorama hídrico vuelve a encender luces rojas en la provincia. El derrame del Río San Juan, que en 2024 alcanzó los 1.248 hm³, se había proyectado para el período 2025-2026 en un escenario medio de 950 hm³. Sin embargo, las mediciones actuales ya anticipan que esa meta no se cumplirá: la cantidad de agua derramada hasta ahora es inferior al promedio y todo indica que apenas se llegará al valor mínimo estimado, 700 hm³.

El secretario de Recursos Hídricos, David Devia, pidió poner en contexto las cifras para dimensionar la gravedad de la situación. “Lo que estamos observando ahora muestra que no se va a cumplir el valor medio de 950 hm³, sino el mínimo de 700”, explicó en radio Light. Recordó que los pronósticos anuales contemplan tres escenarios, máximo, medio y mínimo, y que el comportamiento del río se inclinó velozmente hacia el más desfavorable.

Devia señaló que el derrame actual no solo queda por debajo de lo previsto, sino que agrava una tendencia histórica. “Estamos muy por debajo del valor promedio”, afirmó, aludiendo a los registros de la provincia y de la Universidad Nacional de San Juan que ya confirmaban un descenso sostenido del caudal. Atribuyó ese deterioro al cambio climático y a su impacto progresivo sobre las fuentes de agua.

Frente a este panorama, el funcionario insistió en la necesidad de mejorar la organización y la capacidad de gestión. “La crisis hídrica tiene dos componentes: la oferta natural y la capacidad de gestión. Debemos desarrollar resiliencia”, remarcó. También destacó una reciente misión a Coquimbo (Chile), donde observaron sistemas que, con menos disponibilidad que la de San Juan, logran sostenerse mediante una alta eficiencia. “El sector agradece la buena voluntad para acompañar medidas que permitan ser más eficientes en la distribución y en la aplicación parcelaria”, valoró.

En cuanto a las obras estratégicas, Devia recordó que ya están en marcha intervenciones clave en la red matriz. “Estamos avanzando en dos obras centrales: el dique Ignacio de la Roza y el Partidor San Emiliano. Atacar el corazón del sistema es fundamental para garantizar distribución, tanto para la producción como para el consumo humano”, explicó. Agregó que la mejora en los datos permite una planificación más ajustada y recordó que el pronóstico del año pasado, 1.250 hm³, se cumplió casi con exactitud.

Sobre la distribución parcelaria, descartó cambios de fondo, aunque anticipó ajustes puntuales. “La estrategia sigue siendo el turnado de canales. Necesito altura en la columna de agua para que el regante de cola reciba su turno. Si mando una columna muy baja, él es el perjudicado”, detalló.

Sin dudas, San Juan enfrenta una sequía hidrológica que se ha convertido en una crisis socioeconómica, resultado de factores climáticos globales y de una gestión hídrica poco eficiente. La provincia necesita una transformación urgente en el manejo del recurso para garantizar agua potable, sostener la agricultura y preservar sus ecosistemas.