Cornejo-Milei y ese loco Síndrome de Estocolmo: sin coparticipación, sin obra pública, sin turismo, sin recaudación, pymes y economías regionales en picada, desocupación en ascenso, fumándose los fondos de Portezuelo en un año… «pero te amo»

Actualidad Mendoza

El síndrome de Estocolmo es un fenómeno psicológico en el cual una persona desarrolla sentimientos positivos, como afecto, simpatía o incluso lealtad, hacia su captor o agresor, a pesar de haber sido víctima de abuso o cautiverio. Este fenómeno se observa en diversas situaciones, incluyendo secuestros, violencia doméstica, y relaciones abusivas. 

«¡Todo el mundo al suelo, que empiece la fiesta!»: con estas palabras, Jan-Erik Olsson, metralleta en mano y bajo los efectos de estupefacientes, irrumpió en un banco del centro de Estocolmo, capital de Suecia, el 23 de agosto de 1973. De esa toma de rehenes sueca, que duró seis días, surgiría un nuevo concepto que ya cumple medio siglo: el «síndrome de Estocolmo», que se popularizó en todo el mundo, definido como la actitud favorable o incluso atracción que personas secuestradas pueden desarrollar hacia quienes las retienen.

El término «puede describirse como un mecanismo de defensa que ayuda a la víctima a sobrevivir» en una situación de extrema presión. «Gracias a ese vínculo positivo, desarrolla una forma de aceptación de la situación, lo que a su vez reduce su estrés», explica Christoffer Rahm, psiquiatra e investigador del Karolinkska Institutet, autor de un artículo titulado: «Síndrome de Estocolmo: ¿diagnóstico psiquiátrico o mito urbano?».

Si este «efecto» lo trasladamos a la política mendocina, podemos decir que el actual gobernador Alfredo Cornejo se siente atraído por las mieles del modelo de Javier Milei a pesar de que la provincia esté atravesando por uno de los peores momentos de recaudación fiscal, caída de la productividad, sin turismo, sin obra pública desde Nación, con creciente caída del consumo y de desempleo que afectan directamente a la sociedad mendocina. «Pegame que me gusta» grita Cornejo, casi como una expresión de supervivencia, ante su agresor de Casa Rosada.

Este lunes, los gobernadores arribaron a Azopardo 750 con la intención de alcanzar acuerdos que les permitan unificar posturas para avanzar en una reforma fiscal que posibilite compensar la caída en la recaudación generada a raíz de la disminución de la coparticipación nacional y la baja en el consumo. 

La respuesta desde el gobierno de Milei es clara «Ajo y Agua». El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, advirtió a los gobernadores que el Poder Ejecutivo tiene «actitud positiva» para encarar las problemáticas que les manifiestan, pero remarcó que “los números no cierran”. 

La dispersión partidaria dentro de la Unión Cívica Radical, sumada a la imagen positiva que aún conserva Javier Milei en el interior del país, hacen que los referentes provinciales del “partido centenario” tengan como principal búsqueda de alianzas al oficialismo “libertario”. Pero a medida que pasan las semanas y no se acercan definiciones, todo parece cuesta arriba.

La misión del radicalismo, en sus distintas opciones provinciales, es alcanzar acuerdos con el Poder Ejecutivo nacional, que todavía saca a relucir la buena imagen presidencial en el interior del país. Una relación que Cornejo apunta más por supervivencia y «no perder en su provincia» que por las convicciones, y la misma la realidad va desmenuzando su imagen positiva solo por arrodillarse ante El León…

La falsa Coparticipación: recaudar para la corona

Durante mayo, los problemas vinculados al desempleo y al aumento del costo de vida se posicionaron como las principales inquietudes de la población argentina, desplazando a la inflación como eje de preocupación predominante. Así lo reflejó un relevamiento que comparó la evolución de estos temas desde marzo de 2024 hasta el presente.

Los ajustes en tarifas de servicios públicos, las negociaciones salariales a la baja y el consecuente deterioro del poder adquisitivo contribuyeron al crecimiento del malestar social, en un contexto donde la recuperación del empleo formal no logró acompañar el ritmo de las necesidades.

“El 2024 un año que fue muy malo realmente, la coparticipación a las provincias cayó un 7.5% y para recuperarlo y estar en los mismos niveles que en 2023 se necesita crecer un 10%. Este 2025 había comenzado muy bien, pero ocurrieron algunas medidas fiscales que, si bien son beneficiosas para los contribuyentes, van en detrimento de la recaudación fiscal“, precisó el ministro de Hacienda de la provincia de Mendoza, Víctor Fayad, hace unos días en una entrevista para LVDiez.

La realidad es que las provincias enfrentan graves problemas financieros. El mes de mayo ha dejado al descubierto un brutal desmoronamiento de los ingresos de la coparticipación y de los propios producto de la caída de la actividad económica.

La caída para Mendoza particularmente ha sido del 24,1 por ciento de acuerdo con el último informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).

A todo esto, desde el Ministerio de Hacienda mendocino reportan un derrumbe en Ingresos Brutos del orden del 4 por ciento por la disminución de alícuotas más la disminución en la actividad en medio de la recesión que todavía no se revierte. También ha caído el ingreso por regalías producto del valor del crudo a nivel internacional y “la apreciación del peso frente al dólar”, reconoce el ministro Víctor Fayad.

Coparticipación Federal en millones de pesos

Hay que destacar que se trata de fondos de transferencia automática. El Estado federal los recauda, se queda con su parte, y gira lo que le corresponde a cada provincia según lo estipulado por una ley que data de 1988. Los recursos que de manera discrecional mandaba la Nación a los gobiernos provinciales están congelados desde la asunción de Javier Milei en diciembre de 2023.

La coparticipación impacta de manera distinta en los distritos. En algunos estados provinciales representa alrededor del 50% o menos de sus ingresos totales. Pero para cerca de una docena significa el 60% o más.

Los gobernadores también hacen foco en que la Nación ha cambiado su rol desde 2023. Y se ha corrido de funciones y servicios en las provincias. Los más notorios son la obra pública, el fondo docente y el subsidio al transporte. En cuanto al primero, hay que resaltar que el Estado federal no solo construía, sino que también financiaba emprendimientos en municipios y provincias.

La fácil, el equilibrio fiscal se sostiene sin obras para los argentinos

Durante la celebración de la Fiesta de la Vendimia, el Gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, hizo un reclamo al Gobierno nacional por el freno de la obra pública.

“Creemos necesaria la revisión en algunos aspectos relacionados a la inversión en infraestructura pública. Por ahora Mendoza está haciendo un gran esfuerzo económico para continuar obras fondeadas originalmente por la Nación, que fueron neutralizadas o paralizadas, pero que necesitan concluirse, porque son claves para la provincia”, apuntó Cornejo durante el discurso brindado en el tradicional “Desayuno” de Coviar, la corporación que reúne a productores vitivinícolas y bodegueros.

Frente a esa solicitud del mendocino en sintonía con el pedido de otros gobernadores, semanas después el presidente Javier Milei retrucó “Eliminamos la obra pública que era uno de los curros más grandes de la política. Y aquí también quiero dejar en claro una de las grandes falacias y mentiras de la política para con la gente. Cuando dicen esa mentira de que la obra pública genera trabajo, le digo a los argentinos de bien que eso es falso, es falso”… y chau! después de eso no hizo nada en ninguna provincia, no envió fondos ni interés para gestar obra pública… Argentina quedó sin puentes, sin rutas, sin hospitales, sin escuelas, sin viviendas sociales, sin redes sanitarias, sin distribución de gas natural para miles de familias argentinas. Nada de nada!

Las quejas de los gobernadores aliados tienen que ver especialmente con el cansancio por el incumplimiento de la Rosada a acuerdos políticos y económicos. «Nos cumplen tres de diez cosas que acordamos», dicen en las provincias. Esos incumplimientos generan un largo peregrinar de funcionarios provinciales en Buenos Aires rogando para que Nación haga lo que prometió.

En ese sentido, desde el gobierno mendocino hicieron trascender que Nación sólo mandó el 30 por ciento de los fondos para obras hídricas que se comprometió a pagar hace menos de un año.

Se trata de un acuerdo que Cornejo firmó en junio de 2024 con Guillermo Francos para continuar seis obras hídricas que estaban a cargo del desaparecido Enhosa, según informó el diario Los Andes. 

Las obras tenían un costo de 76 millones de dólares, pero Nación sólo pagó 23 millones. El resto lo tuvo que poner la provincia, que ahora espera que el gobierno de Milei se comprometa a devolver esos fondos.

Ante la falta de obras, la bronca de los mendocinos empezó a crecer y Cornejo no tuvo más remedio (por la gente y por su supervivencia política) de hacerse cargo, con dinero de los mendocinos, de las obras públicas que (entiende) necesita la provincia. Es así que dispuso un nuevo modelo de obra pública para terminar obras que el Estado Nacional abandonó. En ese sentido reglamentó un nuevo artículo, el 44 de la Ley Nº 9601, que establece un fondo de hasta $20.000 millones para financiar proyectos de inversión pública en municipios mendocinos.

Con esta medida, el Gobierno busca fortalecer la infraestructura municipal y potenciar el desarrollo local a través de inversiones estratégicas en toda la provincia.

Recientemente, la Dirección Nacional de Vialidad firmó un acuerdo con la provincia de Mendoza, para transferir durante un lapso de tres años, el mantenimiento y conservación de algunos tramos de las rutas nacionales 7, 40 y 143. Fiscalía de Estado analizó el convenio y si bien dio su aval legal, realizó una advertencia respecto del posible perjuicio que el actual esquema de asignación de recursos nacionales puede perjudicar a la provincia y plantear una situación de inequidad con el resto de los estados provinciales.

El diputado nacional por Mendoza, Julio Cobos, marca esta diferencia “En virtud de la observación formulada por la Fiscalía de Estado de Mendoza respecto al régimen fiscal vigente, que podría perjudicar tanto a nuestra provincia como a otras jurisdicciones, es importante aclarar el origen de parte del presupuesto de Vialidad Nacional” y agregó, “una porción significativa de dicho presupuesto proviene de impuestos específicos sobre los combustibles, particularmente del Impuesto a los Combustibles Líquidos y al Dióxido de Carbono, creado por ley en 2002. Estos tributos tienen una asignación específica: deben destinarse al mantenimiento y desarrollo de la infraestructura vial a través del Fideicomiso de Infraestructura del Transporte”.

“De acuerdo con el Decreto 976/01, el 28,58% de lo recaudado por estos impuestos debe aplicarse al financiamiento de obras viales dentro del Sistema Vial Integrado (SISVIAL). El impuesto está compuesto por alícuotas y montos fijos que se actualizan mensualmente en función del precio del combustible”, señaló Cobos y agregó “estos recursos son recaudados por el Gobierno Nacional, pero no están siendo girados a la DNV por la Secretaría de Hacienda del Ministerio de Economía, como corresponde por ley. Cabe recordar, además, que el desvío de fondos constituye un posible delito y una doble injusticia: es injusto que las provincias, que ya han cedido parte de su coparticipación mediante esta afectación específica, deban además utilizar recursos propios para financiar obras que no son de su competencia directa”, detalló Cobos.

La realidad es que el dinero de los mendocinos se esfuma cada día por la indiferencia del gobierno de Milei, a pesar que un 70 por ciento de ese electorado provincial haya votado para que lo represente «el otro Síndrome de Estocolmo» hacia su verdugo que lleva a la provincia a un estado crítico.

Un reciente trabajo periodístico de Mariano Fiochetta para El Medio, marcó que el gobierno de Cornejo se patinó aceleradamente los USD 1.023 millones disponibles de lo que eran los fondos de Portezuelo del Viento. Hasta fines de marzo, solo estaban comprometidos unos USD 123 millones, pero el proceso se aceleró fuertemente en el último trimestre y, con dos obras puntuales, ya superó el 50% ( casi 550 millones de dólares) tiene un uso asignado… lo cual a este ritmo es posible que en un año estos millonarios fondos hagan «PUF!» y desaparezcan por completo. Magia cornejista! 

La actividad en el cementerio

El escenario en las provincias es complicado, ya que la gente no solo ha dejado de consumir productos de lujo, sino que también ha reducido la compra de alimentos básicos. La caída en el consumo de marcas líderes es notoria, sumado a que los costos logísticos para la distribución de productos han golpeado fuertemente al sector comercial. Otro indicador de esta crisis de consumo se observa en las góndolas, donde marcas tradicionales han desaparecido y fueron reemplazadas por productos importados de Brasil.

Desde la llegada de la gestión libertaria, el consumo llegó a sumar 16 meses consecutivos en caída constante. Si bien algunas mediciones de mayo mostraron cierta recuperación, esta no es suficiente para compensar el daño acumulado en más de un año y medio. Además, los síntomas de esta tendencia persisten.

Según un informe del Instituto Argentina Grande (IAG), la compra de bienes no duraderos, como alimentos y medicamentos, cayó un 5,1% en el primer cuatrimestre de este año en comparación con el mismo período de 2023.

La desaceleración inflacionaria que impulsa el gobierno trae aparejadas estas consecuencias. El 1,5% registrado en mayo es un logro de los libertarios, basado en una serie de elementos. No solo el anclaje al tipo de cambio oficial es clave para alcanzar esa cifra, sino que la contracción del consumo, resultado de un poder adquisitivo muy bajo en la mayoría de los trabajadores, es uno de los requisitos fundamentales que permiten al equipo económico sostener su estrategia.

Este escenario recesivo también trae aparejadas otras consecuencias. La imagen completa incluye, además, el cierre de los comercios como producto de la caída en las ventas. Por otro lado, la disminución de la producción es otro de los problemas, y uno de los resultados más palpables está ligado al aumento de despidos desde que se implementaron las políticas libertarias. El conjunto de estos elementos permite tener una visión integral de todo este contexto.

Con el gobierno de Milei, dirigido por las exigencias del FMI, la dinámica de crisis seguirá desarrollándose de la misma forma: con salarios ajustándose a un crecimiento mensual del 1% (cuando existe ese aumento), insuficiente para recuperar el poder de compra de los trabajadores. Mientras se mantenga esta política, el consumo seguirá en declive.

El turismo en caída libre en Mendoza

Pese a ser uno de los destinos más atractivos del país, el turismo en Mendoza no logra recuperar los niveles previos a la crisis. La ocupación hotelera sigue cayendo, los turistas gastan menos y la competencia de Chile y Brasil se hace sentir. Desde el sector no esperan una mejora significativa en 2025 y advierten que la falta de promoción y la situación económica complican aún más el panorama.  

Según Santiago Alsina, presidente de la Asociación de Hoteles de Turismo de Mendoza, la ocupación en la provincia ha caído notablemente en comparación con 2023 y 2024. En la ciudad de Mendoza, el promedio no supera el 55%, cuando históricamente en marzo superaba el 75%, según datos de la Cámara Hotelera de Mendoza.  

Los empresarios coinciden en que la menor cantidad de turistas también se refleja en un menor consumo. Diego Stortini, vicepresidente de la Federación Económica de Mendoza, explicó que, si bien los fines de semana largos siguen atrayendo visitantes, el gasto por persona ha disminuido considerablemente, especialmente en el sector gastronómico.  

Desde la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica de Mendoza (Aehga), Edmundo Day señaló que uno de los principales problemas es el ajuste en la promoción turística. El recorte en organismos como el Instituto Nacional de Promoción Turística (Inprotur) redujo significativamente la visibilidad de Mendoza en el exterior, lo que dificulta la llegada de turistas extranjeros.  

Otro factor clave es el tipo de cambio. La brecha cambiaria que hacía atractiva a Argentina para el turismo extranjero desapareció con la devaluación y la estabilización del dólar, lo que encareció el destino. Esto generó que Brasil y Chile se volvieran más accesibles para los argentinos, lo que explica el fuerte aumento de viajes al exterior.  

Un claro ejemplo es lo que viene sucediendo en estos fines de semana largos de junio, con menos del 50% de ocupación hotelera, dejando un verdadero sabor amargo para un sector clave para la provincia de Mendoza, el turístico que repercute también en el comercial y el gastronómico.

Crecimiento de la desocupación en Mendoza

La realidad está en las calles de Mendoza. Gente durmiendo en los cajeros de los bancos, escalinatas de las iglesias, en la calle o bajo los puentes. Gente pidiendo una moneda en cada café de Mendoza. Gente revolviendo la basura. Barrios precarizados cada vez más grandes… mientras las viviendas van a manos de «clientes» del gobierno provincial.

Más de 10 mil personas del Gran Mendoza se sumaron al registro de desocupados del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). De esta manera, el primer trimestre de 2025 en el área metropolitana mendocina cerró con 36.000 desocupados, lo que supone un 6,9% del total de personas activas. La tasa de empleo y la ocupación, cayeron respecto a un año atrás.

Mendoza concentró el 22,9% del aumento total de desocupados en Argentina entre el primer trimestre de 2024 y el primer trimestre de 2025, pese a representar apenas alrededor del 4% de la población total.

El desempleo venía manteniéndose estable según las estadísticas oficiales. Tanto en el primer trimestre del año pasado, como en el cuarto que cierra estadísticamente el año, la desocupación afectaba a unas 25 mil personas. Supone un incremento del 2,1%, respecto a la última medición. Dicho en otros números: hay 11 mil nuevos desocupados en el Gran Mendoza.

La cifra para el Gran Mendoza, pese a todo, se encuentra por debajo del promedio nacional: en la Argentina, la desocupación en el primer trimestre de 2025 fue del 7,9%. En Cuyo, es menor (5,7%), pero Mendoza está por encima del Gran San Juan (4,5%) y el Gran San Luis (3,4%).

Más allá que el gobernador Cornejo apuesta a la minería y el desarrollo del petróleo, la realidad marca otra cosa. Según el informe mensual de la Secretaría de Minería de la Nación correspondiente a enero de 2025, el empleo formal directo en minería registró 39.395 puestos, lo que representa una caída interanual del 4,6 % (–1.900 empleos). Este es el séptimo mes consecutivo con descenso, consolidando una tendencia preocupante para el sector.

El contexto macroeconómico, alta inflación, caída de la demanda internacional y restricciones de financiamiento, incide directamente en decisiones de inversión y planes de expansión en el sector minero.

En medio de un contexto global de transición energética, la gran apuesta de hidrocarburos argentinos es Vaca Muerta, la segunda mayor reserva mundial de gas no convencional y la cuarta de petróleo. Un reciente informe de la consultora Aleph Energy, elaborado por el especialista Daniel Dreizzen,

Un pozo convencional requiere en promedio entre 8 y 12 millones dólares. Pero para pozos shale, el gasto en perforación horizontal más la fractura hidráulica puede elevarse hasta los 18 millones por pozo, dependiendo de la profundidad y fase.

Las fracturas horizontales hoy superan sin problemas los 2 kilómetros, con 40–60 etapas por pozo, cada etapa demandando 1.500m³ de agua y unas 250 toneladas de arena.

Según Aleph, un pozo promedio de petróleo en Vaca Muerta -con una rama horizontal de 2.800 metros y 50 etapas de fractura- cuesta 14 millones de dólares, incluyendo las facilidades propias e interconexión, pero sin considerar plantas ni ductos.

Bajo este escenario, para lograr una rentabilidad del 15% en dólares (TIR), el precio de equilibrio o breakeven se ubica en torno a los 45 dólares por barril.

Es el mismo número que fijo Horacio Marín, CEO de YPF. «A 45 dólares podemos desarrollar todo Vaca Muerta, por supuesto ganamos menos plata, pero no perdemos plata y se puede desarrollar, eso es lo que llaman ‘break even price'», dijo Marín meses atrás, cuando el precio del crudo internacional se desplomó por la guerra comercial entre EEUU y China.

En ese contexto, La Petrolera Aconcagua Energía S.A. (PAESA) entró en default al no poder afrontar el vencimiento de una Obligación Negociable, pero anunció que intentará reestructurar su deuda.

La compañía, que opera en varias provincias, en una nota dirigida a la Comisión Nacional de Valores (CNV) señala que será obligada a renegociar sus obligaciones financieras, que al 31 de marzo sería de 230 millones de dólares.

La nota resalta además que “la compañía impulsará un proceso integral de reestructuración de su deuda financiera, ante las condiciones desafiantes del mercado de capitales, que han dificultado el acceso a fuentes de refinanciamiento en términos compatibles con la sostenibilidad del giro comercial”.

Cabe resaltar que Aconcagua Energía opera en varias provincias a partir de un enfoque en la exploración y producción de hidrocarburos convencionales. Sus actividades se concentran principalmente en la Cuenca Neuquina y la Cuenca Cuyana y Río Negro.

En Mendoza y Río Negro, la empresa en mayo había salido a buscar fondos frescos en los mercados de capitales para financiar su proyecto de crecimiento, a partir de la emisión de Obligaciones Negociables (ON) con las que pretendía obtener 250 millones de dólares.

Un modelo que hunde las economías regionales

El caso del tomate concentrado, utilizado para la elaboración de salsas y otros derivados, es significativo: durante el mes de enero se importó la misma cantidad que durante todo 2023. Esta situación resulta paradójica, ya que el año pasado, tras un prolongado plan gestado durante el gobierno anterior, el país había logrado el autoabastecimiento.

La invasión de productos importados representa un golpe letal para una extensa cadena productiva nacional, que incluye a productores directos, trabajadores rurales e industriales, comercios, Pymes, transportistas, servicios y agroindustrias. Por ejemplo, las conserveras de Mendoza han reducido su temporada de trabajo de tres meses a menos de un tercio, y la cantidad de trabajadores temporarios se ha reducido al 20%. Ya el año pasado en San Rafael, la empresa Canale cerró sus puertas como resultado de una situación económica crítica y de los aumentos desmesurados en las tarifas de luz y gas. Muchos productores han destruido sus cultivos o han regalado la producción en las plazas, como ocurrió en el departamento de Tunuyán.

La importación de tomate concentrado desde China ha afectado particularmente a las provincias de San Juan y Mendoza, responsables del 80% de esta producción. De manera similar, la importación de ajo chino, más barato que el nacional, ha perjudicado a los productores locales. También se han importado productos desde Chile, Brasil, Paraguay, Egipto, España y otros países. El año pasado, Peñaflor, la bodega más grande del país, importó 5 millones de litros de vino desde Chile, con autorización del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), con el objetivo de bajar el precio del vino local, que este año se pagó al mismo valor que el año pasado, a pesar de una inflación superior al 100%.

El aumento de las importaciones obedece a varios factores, pero principalmente a las políticas desreguladoras y aperturistas del gobierno nacional. Desde la asunción de Milei, se han ejecutado una serie de medidas, muchas incluidas en su DNU original y en la Ley Bases, que han facilitado el ingreso de productos del exterior. Entre ellas se destacan: la reducción de controles aduaneros y de aranceles a las importaciones; la disminución del impuesto PAIS del 17,5% al 7% a los productos importados; la modificación de la ley antidumping (que protegía a los productos nacionales frente a importaciones de menor valor); la flexibilización del Código Alimentario para permitir el ingreso de productos con simples autorizaciones internacionales de calidad; y la apertura de importaciones de unos 150 productos de la canasta básica mediante múltiples facilidades. 

En ese contexto, las políticas de Javier Milei que aplaude Alfredo Cornejo representan «un tiro en el pie» para su provincia y el pueblo mendocino ¿vale la pena acompañar este modelo? ¿Vale la pena bajarse tanto los pantalones?

Por Julián Galván