El 3M cientos de mujeres marcharon y se conglomeraron en los alrededores de la Legislatura provincial, lugar indicado para todo aquel que busca los cambios de las realidades y la verdad es que la violencia de género hacia la mujer no decrece.
Desde ayer la casa de las leyes se ve teñida de una situación en sintonía con lo que se reclama y vale apostar que si una mujer declara que siente que se ejerce violencia sobre ella y acude a la Justicia en busca de ayuda es más que alarmas sonando.
Luego el fuero judicial administrara justicia, mientras tanto a quien le creo, apoyo y contengo es a la víctima.
La vicegobernadora Hebe Casado a encendido una alarma sobre violencia, los cuestionamientos no se hicieron esperar y le reclaman su virulencia en redes como si llevar una pollera corta fuera argumento suficiente.
Los argumentos de cada uno son conocidos, pero aquí el planteo es otro, aún tenemos fresco el martillo del percutor en la cara de Cristina Kirchner como para ignorar situaciones de emergencia, entonces vale más prevenir que curar.
Hay diversas formas de ejercer violencia contra la mujer, la ley 26485 es clara y directa:
Política: “La que se dirige a menoscabar, anular, impedir, obstaculizar o restringir la participación política de la mujer, vulnerando el derecho a una vida política libre de violencia”
Mediático:” injurie, difame, discrimine, deshonre, humille o atente contra la dignidad de las mujeres”
Violencia digital o telemática:” toda conducta, acción u omisión en contra de las mujeres basada en su género que sea cometida, instigada o agravada, en parte o en su totalidad, con la asistencia, utilización y/o apropiación de las tecnologías de la información y la comunicación, con el objeto de causar daños físicos, psicológicos, económicos, sexuales o morales tanto en el ámbito privado como en el público a ellas o su grupo familiar.
En especial conductas que atenten contra su integridad, dignidad, identidad, reputación, libertad” …” o la reproducción en el espacio digital de discursos de odio misóginos y patrones estereotipados sexistas o situaciones de acoso, amenaza, extorsión, control o espionaje de la actividad virtual, accesos no autorizados a dispositivos electrónicos o cuentas en línea, robo y difusión no consentida de datos personales”.
La fuente consultada es CAROLINA JACKY abogada, especialista en perspectiva y violencia de género como así también en derechos humanos, quien nos agrega: “Todo esto no es un delito penal, pero puede serlo si cae en alguno de los tipos penales que estén en el Código Penal, La vicegobernadora podría hacerles un juicio civil por daños y perjuicios”
Quizás uno espera que se evolucione y que traiga aparejado con ello la solidaridad de todos los ciudadanos que comparten esta línea de pensamiento, dejar de lado la política partidaria para mirar el bosque al cual nos enfrentamos y acompañar desde distintos lugares a la denunciante es el desafío eterno y el camino para comprender la problemática.
Por Martín Orozco @ojosdvideo
