El peronismo mendocino empieza a jugar: los caciques defienden con uñas y dientes su territorio, pero unos juegan en el frente Anticornejo y otros negocian con Cornejo

Actualidad Mendoza

En medio de roscas subterráneas y otras no tanto, miradas desconfiadas entre los propios, mensajes sugerentes, sutiles operetas… el peronismo mendocino se mira al espejo y asume que va a quedar relegado en las elecciones generales provinciales, derrumbándose en respaldo popular y en votos. Frente a una sociedad que le suelta la mano, los cumpas empiezan a hacer su juego para la subsistencia.

En primer término, y por sobre todas las cosas, salvar los trapos y el territorio en las próximas elecciones municipales, para seguir mostrando progreso y gestión ante sus vecinos. Nadie quiere ninguna sorpresa en las elecciones que estratégicamente los intendentes peronistas desdoblaron para continuar trabajando por la gente, donde hubo cortes de cintas, obras nuevas, plazas, pavimentos brillosos, cloacas, luces led y gestión. Allí los caciques y los delfines ponen todas sus fichas a lo local, conocen bien el entramado del territorio del pago chico y se tienen confianza de ponerle una muralla al cornejismo que acecha desde afuera. Aunque siempre existe espacio para las traiciones.

Pero el gran dilema lo tienen fuera de las tranqueras, donde ante la falta de liderazgo provincial, hoy cooptado por La Cámpora, el peronismo vernáculo no tiene una propuesta de gobierno provincial que enamore a los electores mendocinos.

Desdibujado, sin personalidad, con propuestas vacías a modo de slogan, lejanas a las necesidades urgentes de la gente y más cerca de los grupos empresarios locales, La Cámpora hace su juego y mueve fichas erradamente, derramando perdida de votos en cada elección provincial, las generales y de medio término.

Frente a esta situación, la falta de diálogo interno, las imposiciones verticalistas, el círculo pequeño y cerrado de poder dentro del espacio, muchos peronistas decidieron abrirse de la fórmula del fracaso y encarar el camino de la transversalidad sumándose en un frente multipartidario anticornejista.

Uno de los primeros en sumarse a La Unión Mendocina de Omar De Marchi buscando esa transversalidad fue el sanmartiniano Jorge Omar Gimenez, pero ahora también surge otro «peso pesado» del peronismo, el intendente lavallino Roberto Righi. Pero no son los únicos caciques que simpatizan con el espacio que avanza en respaldo popular.

Por otro lado, un histórico dirigente sindical peronista se sumó también a La Unión Mendocina. En un auditorio completo junto a Omar De Marchi y Jorge Difonso, Daniel Canone, Secretario General del Sindicato Unico de Personal de Obras Sanitarias selló también su incorporación al frente multipartidario que polariza con el Cornejismo.

Los peronistas Eduardo Robledo y Daniel Canone junto a Omar De Marchi

En plena rosca, De Marchi promete sumar más compañeros a su propuesta de cambio para ponerle fin al Cornejismo en la provincia.

Cornejo y el pacto con La Cámpora

Siempre Alfredo Cornejo metió la cuchara en su propio espacio y en los ajenos, para dividir poder y sostener su liderazgo en la provincia. En los sindicatos y en los partidos politicos de la oposición, el ex gobernador hábilmente negociaba espacios de poder para embarrar la cancha a cambio de beneficios.

Desde hace tiempo existe un pacto entre Alfredo Cornejo y La Cámpora mendocina, que le permite al ex gobernador sancarlino sostener su poder a lo largo de estos años, dejar a la provincia políticamente manejable y sin sorpresas, con una primera oposición manipulada por La Cámpora que solo hace su juego de gritos para la prensa, pero luego los pactos se hacen detrás de los cortinados de la Legislatura.

La irrupción de De Marchi sacando los pies del plato y su portazo en Cambia Mendoza, rompió ese juego pactado, y generó fisuras dentro de Cambia Mendoza y en el mismo Peronismo, gestando una nueva alternativa de poder que desafía el status quo diagramado de antemano por el Cornejismo para intentar eternizarse en el poder.

Kings Face to Face

Que el actual candidato a gobernador por el peronismo se llame Omar, sea de Luján de Cuyo, con pasado ganso y con histórico vinculo con el líder de la Unión Mendocina, no es casual y no fue acordado con las bases. Es algo conversado en una mesa chiquita de poder y con varios intercambios de mensajes en Telegram.

Que hoy los propios candidatos de ese peronismo no ataquen verbalmente a Alfredo Cornejo, pero si coinciden con avanzar contra De Marchi, casi con la misma narrativa, tampoco es casual.

Que los medios de comunicación afines al Cornejismo le regalen horas de micrófono y notas gráficas, que se los trate con mucha suavidad, sin cuestionamientos y casi reproduciendo a modo de «espacio de publicidad», tampoco es casual.

Que La Cámpora no acompañe al lanzamiento de su propia candidata peronista en Las Heras que podrían sacarles votos al competitivo candidato cornejista a intendente, tampoco es casual. La madre de todas las batallas también está llena de traiciones.

Sin dudas, la estrategia de campaña encarada por Alfredo Cornejo es muy obvia y hasta peca de ingenuidad. En este tramo electoral, Cornejo no se mostrará nervioso, caprichoso y a los gritos contra De Marchi, como equivocadamente encaró en las PASO, sino un candidato en estado Zen, con fotos en los sectores productivos de Mendoza y lanzando promesas optimistas. De esta manera, el trabajo sucio lo realizarán obedientemente el comodín pseudoperonista y los empleados de La Cámpora, que atacarán en estas semanas todos los acting y frases de El Omar, sumado a un movimiento de fuerzas políticas de cumpas que trabajan con el Cornejismo para que los candidatos de La Unión Mendocina no conquisten intendencias en las próximas elecciones… San Martin? Las Heras? Guaymallén? Luján? Es obvio que ese trabajo no se hace gratis y lleva premio a la obediencia.

¿Las bases del peronismo aceptarán este entramado y acompañarán con su voto este pacto con el Cornejismo? Lo veremos en las urnas.

Por Julián Galván