De Cornejo y su Mendoexit a la comedia de enredos «El laudo de Alberto»: una provincia sumida en el papelón, las excusas y las culpas «de otros»

Actualidad Mendoza

En un ataque de liberación, allá por junio del 2020, Alfredo Cornejo envalentonado y con un sable en la mano, sugirió en las redes sociales la idea de que la provincia de las viñas y el Aconcagua se independice del resto del país. «Mendoza tiene todo para vivir como un país independiente» deliraba el pseudoseparatista ex gobernador radical.

A partir de las declaraciones de Cornejo, la cruzada por la autonomía mendocina volvió a convertirse en tendencia en las redes sociales, «Mendoexit» le decían, con posteos que incluían fotos del «Pasaporte Mendocino», otros que anunciaban que «quedan las últimas visas disponibles» y algún que otro bromista que decía que los mendocinos hablarán «catalán con acento chileno».

En esos días del invierno 2020, Cornejo había sido contundente en declaraciones a radio Nihuil, en el contexto del conflicto que mantiene Mendoza por la construcción de la central hidroeléctrica Portezuelo del Viento.

«El problema es político. El Gobierno tiene el objetivo de perjudicar a Mendoza. No hay otra lectura que esa -reflexionaba Cornejo- Mi opinión es que la van a seguir trabando. Y espero que no traben los pagos porque si eso pasa hay que ir a la Justicia a ejecutar cada una de las cuotas que nos deben».

Allí fue donde el exgobernador planteó la idea de la autonomía. «La verdad que no me gusta separarnos de la nación pero ellos están obligando a Mendoza a autoafirmarse en sus propios valores e identidades», señalaba el radical.

«Estamos lejos de tener autonomía, pero hay que empezar a pensarlo seriamente», añadía Cornejo.

«Mendoza tiene todo para vivir como un país independiente, pero no hoy. Hoy necesita de la Argentina y la Argentina lo perjudica en la calificación de riesgo, en el acceso de crédito internacional, para traer inversiones, etc. Podría ser un país pero con un programa común de su elite política empresaria para desarrollar ese camino», concluía el exgobernador por esos días.

Los pagos llegaron y la excusa empezó a ser otra

Los reproches radicales siguieron siempre el mismo camino, a pesar de la bandera del «independentismo» que se levantaba, la culpa era siempre «del otro».

Primero era si el añejo Portezuelo del Viento prosperaba como proyecto… el gobierno nacional y el peronismo mendocino dijeron que sí.

A pesar de la lluvia de inversionistas y el interés mundial que prometía Cornejo no llegó como se esperaba, se realizó la licitación de la megaobra y el único oferente, flojo de papeles, se quedó con el mismo: será desarrollado por la UTE -llamada Malal Hue- que conforman las firmas IMPSA (Pescarmona), Obras Andinas SA (Omar Álvarez, un empresario que mantiene asociaciones con el eterno José Luis Manzano) , CEOSA (Fernando Porretta) y el gigante estatal chino Sinohydro.

Cabe destacar que la empresa china Sinohydro, quién como antecedente construyó la obra insignia del ex presidente Rafael Correa, la represa Coca Codo Sinclair en Ecuador, tiene encima acusaciones de sobornos, daños naturales y tras dos años después de su construcción habían aparecido miles de fisuras y con una situación al borde del desastre. Así estamos…

Luego necesitaban que la fundida IMPSA vuelva a levantarse… el gobierno nacional junto al gobierno mendocino inyectaron dinero público para bancar a la mayor firma mendocina y una de las más importantes del mundo en producción metalmecánica de alto nivel, encargada en la construcción de las turbinas de «la Obra del Siglo» .

Después las excusas del radicalismo mendocino giraban en torno a si el gobierno nacional pagaba todas las cuotas para avanzar sobre la obra… se puso toda «la torta» y se cumplieron los plazos. Se juntaron los U$S 1.023 millones y hoy están bajo el colchón de Suarez.

Estaba todo para darse… ¿y ahora?

El arrugue

Si el actual gobierno de Mendoza ya piensa en un «Plan B», quiere decir que el «Plan A» que está hoy en discusión en cuanto al financiamiento, se encuentra al borde del fracaso o existen «ciertos arrepentimientos».

Si se habla de diques, quien pica en punta es El Baqueano. La represa está proyectada sobre el Río Diamante en San Rafael, entre Agua del Toro y Los Reyunos. En energía eléctrica produciría lo equivalente a Potrerillos. Su construcción insumirá unos U$S 500 millones y arrancaría en 2026 porque actualmente está en etapa de estudios que paga el Gobierno provincial.

Y si las miradas apuntan al recurso hídrico, la comisión de Agua y Saneamiento que forma parte del CEAS y que coordina el intendente de Godoy Cruz, Tadeo García Zalazar, tiene algo para decir. “Estamos trabajando en una propuesta de Master Plan para la gestión del recurso hídrico. Son obras de riego, diques, plantas potabilizadoras y cloacales necesarios para los próximos 10 años”, dijo hace días en Twitter, refiriéndose al trabajo en el órgano consultivo no vinculante y al convenio firmado por el ex mandatario provincial.

El documento final que se redactó propone el diseño de un Plan de Gestión Integral del Recurso Hídrico para que termine convirtiéndose en ley y de alguna manera blindarlo de cambios. La intención es que el Poder Ejecutivo convoque a un comité para empezar a elaborar la hoja de ruta.

Este plan tiene varios objetivos y todos apuntan a una mejora del recurso para lo cual se nutrirá de las obras planificadas por Irrigación que contiene 23 proyectos y 8 de ellos están en condiciones de ser llamados a licitación. El costo total es de U$S 230.577.000 millones que ya los tiene el fideicomiso creado para cobrar las cuotas. No obstante, en el oficialismo cranean algo más ambicioso que superaría el presupuesto de Portezuelo del Viento y que incluye más ejecuciones con la intención de presurizar los sistemas de riego.

En el detalle de las propuestas, según el diario Los Andes, se desglosa el revestimiento y entubado de diversos canales o sistemas con la intención de desarrollarse en los ríos Mendoza, Tunuyán Inferior, Tunuyán Superior, Diamante y Atuel según riego acordado (turnos) y a demanda (reservorios). Justamente, en el norte provincial es donde hay mayor grado de avance porque los cinco proyectos están en condiciones de ser licitados, por una inversión total de U$S 76.887.000, beneficiando a casi 8.000 productores en 58 mil hectáreas.

Está incluido el revestimiento y entubado de 30 km en la Hijuela Morales-Villanueva-Solanilla, los 53 km del Sistema Jocolí y 42 km del Sistema Tulumaya. También hay que agregar la Modernización Luján Oeste en 7,30 km y lo mismo en Agrelo-Pedriel en 33 km. Además, está prevista la confección de los reservorios en cada una de estas obras.

La novela del Laudo

Como una película de enredos de pésimo guión, empezaron a construir la comedia «El Laudo de Alberto», donde radicales y peronistas se acusan entre sí de no avanzar con la obra… «que te dije», «que no te dije», «Alberto decide», «decide Mendoza»… la situación está llena de miles de excusas.

A horas del supuesto desenlace en la polémica que rodea a la represa Portezuelo del Viento, el Poder Ejecutivo Nacional, a través de un documento enviado por el Ministerio del Interior, le avisó al gobernador Rodolfo Suarez que no habrá laudo presidencial porque el trámite no se habría iniciado de la manera correspondiente.

El gobernador Rodolfo Suarez manifestó por redes sociales, después de recibir la respuesta del ministro del Interior como presidente del Consejo de Gobierno del COIRCO (Comité Interjurisdiccional del Río Colorado), que reiterará «nuevamente el pedido de laudo presidencial y la solicitud de viabilidad de la obra, toda vez que todos los estudios de impacto ambiental están realizados y aprobados».

El colmo de la ingobernabilidad apareció en las últimas horas cuando la diputada nacional por Mendoza, la radical Jimena Latorre (no la tarotista), pidió que los funcionarios del PJ mendocino, como Anabel Fernández Sagasti o el intendente Emir Félix deberían hacer las gestiones necesarias porque el Presidente es del mismo signo político. Todo poco serio y muy infantil, ya que el pueblo votó a un radical para que gobierne una provincia y por ello debe hacerse cargo.

¿Y el laudo quién lo tiene? Hasta el momento, «El Gran Bonete» es quién lleva adelante el proyecto Portezuelo. La cuestión que el gobernador Suarez no va a adjudicar la obra sin un laudo favorable del presidente.

Si Suarez adjudicase la obra ahora, las provincias disconformes podrían presentar reclamos judiciales para frenar la obra, e incluso podrían surgir cuestionamientos legales sobre la responsabilidad del gobernador como funcionario público al avanzar sin tener el respaldo legal de un laudo.

No obstante, la Nación le respondió a Suarez que no hubo nunca una presentación formal del laudo. Mientras tanto los empresarios del fracking se ponen nerviosos porque la obra no avanza y la Vaca Muerta mendocina no factura.