Las 500 mil familias argentinas víctimas de los créditos UVA siguen librando una desesperante batalla que cada vez se hace más cuesta arriba, no solo por la crítica situación económica, la escalada inflacionaria de la canasta básica, sino también porque las promesas del presidente Alberto Fernández se van diluyendo cuando terminen estas semanas electorales.
«Pedimos al Sr Presidente que reciba urgente a las familias para dar solución a nuestra situación. Queremos poder pagar con dignidad y de manera justa» proclamaron los autoconvocados UVA, hipotecarios, prendarios, personales.
En este viernes 24 de septiembre continuaron en su lucha por ser reconocidos por el gobierno nacional y que finalmente Alberto Fernandez cumpla, de una vez por todas, con su promesa de campaña de ponerle fin a esta maldita pesadilla que se están llevado la salud y la economía de miles de familias.
Los autoconvocados UVA se reunieron esta tarde en el emblemático obelisco de la Ciudad de Buenos Aires, marcharon con carteles, algunos disfrazados de presidiarios, latas con llaves ruidosas adentro, banderas celestes y blancas, hasta la Casa Rosada.
La situación de estas familias es desesperante porque en medio de este complicado contexto socioeconómico de todos los argentinos, se potencia para este sector de la sociedad que tiene en sus espaldas una suba acumulada del 400 por ciento en cuatro años los que se les hace hoy imposible poder enfrentar el pago de estas cuotas.
La batalla que vienen librando los tomadores de los créditos UVA sigue sumando capítulos mientras, en simultáneo, los meses corren y los montos se disparan. Conscientes de que tanto el Gobierno como la oposición no tienen la problemática como prioridad, los más de 500 mil núcleos familiares afectados por el crédito en la compra de una vivienda, automotor, maquinaria pyme o personales siguen exigiendo respuestas y la política, parece, poco a poco comienza a responder.
En esa dirección, el senado de la provincia de Santa Fe acaba de sancionar una ley que suspende por un año las ejecuciones de viviendas únicas, familiares y de ocupación permanente, que hayan sido adquiridas con créditos hipotecarios UVA. De esa forma, finalmente se aprobó un proyecto que se buscó promover ya en 2019 y que había perdido estado parlamentario el año pasado.
«La inflación hace imposible seguir pagando estos préstamos», afirman los damnificados de la usura. «Ya no podemos seguir haciéndonos cargo de las cuotas desmesuradas que se incrementan mensualmente, porque la inflación en este país es un flagelo», señalan con desesperación miles de argentinos que viven esta pesadilla sin fin.
«Son anuncios unilaterales y electoralistas, para que salgan en los diarios y después no pasa nada”. “Estamos entre la incertidumbre y la esperanza de que hagan algo que nos resuelva el problema”, enfatizan con mucha bronca.
Y esa bronca se manifestó desde las redes sociales en la previa del domingo 12 y luego se expresó en las urnas con un voto de la golpeada clase media que padece este maldito crédito.
Las diferentes organizaciones creadas en esta lucha contra la «Pesadilla UVA» asistieron a las urnas llevando consigo una «boleta propia» en la que expusieron una consigna: «Con UVA no te Voto». El voto bronca contra la inoperancia del Gobierno Nacional se manifestó en provincia de Buenos Aires, Ciudad de Buenos Aires, San Luis, Córdoba y Mendoza. Otros apelaron al «voto en blanco» directamente contra la clase política.
Las ejecuciones avanzan, la pesadilla crece y en algunos casos se lleva puesta la salud de la familia. Si para el gobierno nacional derrotado el pasado 12 de septiembre en las urnas expresó «Es tiempo de tomar nota y escuchar la voz del pueblo», es la gran oportunidad para el presidente de la Nación que firme un contundente decreto que ponga punto final a la tragedia de más de 4 millones de argentinos y argentinas.