Hoy empiezan en la Legislatura mendocina los actos oficiales por el Bicentenario del Cruce de los Andes

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Desde hoy 20 de enero se desarrollarán distintas actividades que tendrán como protagonista a la Casa de las Leyes mendocina, en el marco de la celebración de la gesta libertadora del general Don José de San Martín.

La agenda de actividades comienza a las 10, con un  espectáculo artístico a cargo de Omar Hernández, Los Federales, Ballet  Sol Incaico y Martín Neglia en la explanada de la Casa de las Leyes (Sarmiento y Patricias Mendocinas, Ciudad).

Luego, a las 11, se realizará la recepción de los restos del general O’Brien, a cargo del Regimiento de Infantería de Montaña 11, en el edificio de Patricias Mendocinas y Espejo. Más tarde se hará un acto protocolar en la Peatonal Sarmiento. Los restos fueron enviados desde el Cementerio de la Recoleta en Buenos Aires y serán recibidos hoy en tierras mendocinas.

En tanto que el día sábado 21 de enero, la Banda de la Policía de Mendoza actuará a partir de las 11 en la explanada de la Casa de las Leyes para el disfrute de mendocinos y turistas.

El domingo 22 de, 10 a 18, se expondrán los restos del general O’Brien en el Salón de los Gobernadores.  Mientras que el lunes 23, a las 9, se trasladarán los restos del militar al Campo Histórico El Plumerillo.

 

Historia del General O’Brien

John Thomond O´Brien nació en  Wicklow, Irlanda, en junio de 1786 y murió en Lisboa, Portugal, en junio de 1861. Fue soldado y marinero en su juventud, y luchó en España contra Napoleón Bonaparte.

En 1811 O’Brien emprende un viaje de negocios, viaja a Buenos Aires. El barco que lo llevaba naufraga y termina en Río de Janeiro. Allí conoce al comerciante inglés Mc Noel con quien pasa a Buenos Aires para iniciar los motivos por los que había viajado, lo cual no duró mucho ya que sentó plaza en el Cuerpo de Granaderos a Caballo del cual expresó: “abandonando mis inmunidades nacionales y los intereses y afecciones de la patria y la familia, resolví dedicarme a la causa de la libertad y consagrar mi vida a la defensa de los derechos de los pueblos sudamericanos”

Ingresa al cuerpo el 27 de setiembre de 1813 como alférez.

Marcha a Montevideo como Primer Ayudante de Soler y las tropas nacionales vencen recibiendo los vencedores 1 medalla de plata.

Luego Soler lo envía de emisario a encontrarse con Dorrego y fue tan buena su gestión que Soler lo recompensa con doblones de oro.

El 1 de Abril de 1815 con el grado de Teniente solicitó su retiro del servicio por motivos poco claros pero regresó el 29 de enero de 1816 con su grado de Teniente en la Primera Compañía del 4to Escuadrón del Regimiento de Granaderos a Caballo, unidad que estaba incorporada al Ejército de los Andes.

Luego San Martín le pide vigilar el desfiladero de Malpaso en el Portillo el cual también lo hizo con éxito. San Martín agradecido, lo nombra Primer Ayudante de Campo, un cargo de gran confianza.

Para el cruce de los Andes, O’Brien se incorpora a las fuerzas de O’Higgins y es el primero en llegar a las casas de Chacabuco. En el camino recupera un estandarte entre balas y peligros y se lo entrega finalmente a San Martín quien le confía la misión de ofrendar el mismo a la Catedral de Mendoza. (A causa de esto podría decirse que San Martín pasa a ser el primero en desarrollar la idea de una bandera)

O’Brien halla dos alforjas con oro, (por ley de guerra le correspondía a O’Brien en la tercera parte), este no lo quiso y fue reconocido por éste acto de desprendimiento por el Gral. O’Higgins

San Martín propuso su ascenso a Capitán de la 1° Compañía del 3er Escuadrón que el gobierno puso en práctica el 24 de marzo junto a la entrega de una medalla de plata por su actuación en la Batalla de Chacabuco. Igual recompensa recibió del Gobierno de Chile.

Tomó parte en la persecución de Osorio hacia el sur.

En Cancha Rayada no se separó ni un momento de su general y participó como Primer Edecán de San Martín y participó de la batalla donde fue reconocido por su comportamiento.

Si bien no pudo atrapar a Osorio, se apoderó de su valija con toda la correspondencia de aquel.

Aquellas correspondencias fueron leídas con especial interés por San Martin leyó quien descubre que personas que se decían “adictas a la causa nacional”, luego de Cancha Rayada ofrecían su adhesión a Osorio. El único testigo de estas lecturas fue O’Brien quien vio cómo el General arrojaba al fuego y aplastaba las cenizas. Sin embargo el general conservó todos aquellos secretos, actitud que conmovió profundamente a O’Brien por tan grande gesto de discreción por parte de San Martín.

Años más tarde en posesión del terreno donde ocurrió aquel hecho, O’Brien levanta una columna en recuerdo a tan excepcional nobleza.

Por su actuación en Maipú, el Gobierno de Chile le otorga una medalla de plata y Buenos Aires los cordones de plata.

El mejor premio para O’Brien fueron los cordones de Maipú que San Martin le envió y dijo: ”en ningún hombro estarían mejor que en los suyos” . Santiago, Abril 21 de 1820

Recibió también la Cruz de la Legión de Mérito de Chile creada por O’Higgins.

En junio de 1818 se le otorga el permiso para viajar a Irlanda para acomodar sus intereses luego de la muerte de sus padres. No se sabe si finalmente viajó. Vuelve a aparecer en escena en la Expedición Libertadora del Perú en calidad de Primer Edecán de San Martin, en 1820.

Logra en Ancón, junto al Capitán Savas y a un marino inglés, Juan Thompson, extinguir el fuego de la fragata Águila que evitó el mal mayor de provocar un incendio en la Santa Bárbara.

Traba combate en Guamantango y su resultado fue una brillante acción destacada por el Gral. Las Heras quien le escribe una carta de felicitaciones.

Participa en la jura de la independencia del Perú acompañando a San Martin durante la ceremonia, siendo el único oficial que el General llevó al tablado de ese acto solemne. Lo premia con despachos de coronel y un Quitasol que era una inscripción honorífica.

El 2 de junio de 1822 firma un convenio, avalado por Rivadavia, con D. Juan de Bernabé y Madero, Comisario General de Guerra y Comisionado por la Provincia de Buenos Aires para colonizar el país el cual veía bello, extenso y fértil. Fue un proyecto del cual O’Brien se ocupó muy seriamente y que según él mismo, no tenía ninguna mira política, ni personal; solo las ventajas que ofrecía para ambas partes (Irlanda y el Río de la Plata) ya que Irlanda estaba superpoblada en ese entonces y el país necesitaba gente calificada. Sin embargo la respuesta no fue favorable en una primera instancia.

Pero ya en enero de 1824, escribe a Rivadavia y le comunica que ya estaban listos para embarcar 200 hombres jóvenes honrados y virtuosos.

Siempre creyó que el territorio de Buenos Aires podía producir el mejor cáñamo del mundo para lo cual se dirigió al norte de Irlanda para reclutar hombres prácticos en ese área. También debían ir muchos maestros carpinteros, albañiles, herreros, etc. que se proponían servir al gobierno y enseñar a los hijos del país. Estos proyectos quedaron en a nada porque una orden del gobierno irlandés prohibió que las personas se embarcasen con tal fin.

O’Brien decide continuar con la carrera de las armas.

Se instala, según Vicuña Mackenna, en Bolivia y acompaña a Bolívar y a Sucre como particular en algunas acciones militares. Aquél al apreciar las condiciones de O’Brien le regala sus espuelas de plata de su uso particular.

Para O’Brien, existían dos grandes guerreros del hemisferio: BOLÍVAR, el Napoleón de la América y San Martín, era el Wellington de sus guerras para engrandecerlo más.

En 1826. Bolívar le da a O’Brien la explotación de la región minera de plata: de Salado, en Puno, región famosa por su riqueza y a raíz de esto, se asocia al comerciante ingles Mr. John Begg. Juntos, incorporan procedimientos modernos y tienen buenos frutos pero O’Brien debe retirarse por problemas de salud. Lo hace con la suma de 45 mil pesos.

Decide irse a Europa. Al pasar por Chile en noviembre de 1826, Manuel Salas, le dona el terreno donde San Martín había quemado las cartas de Osorio después de Maipú. En esa quinta que se llamó luego “la choza de O’Brien” ubicada en San Cristóbal, levantó una modesta casa dedicada a reuniones frugales y alegres banquetes. Allí pintó en su puerta: OBrien’s Castle/ que viva Chile.

Luego parte a Inglaterra en 1827 y se encuentra con San MARTÍN en Bruselas pero luego O’BRIEN emprende viaje a Brasil junto con Eduardo Oxenford quien poseía las principales minas y lavaderos de oro de Brasil. Ambos realizaron estudios muy importantes que dieron a conocer pormenores sobre sus riquezas naturales viajando por el Amazonas por el Acre y el Beni en Bolivia y Perú y por el Orinoco en Venezuela. Esto hizo que conociera los ríos y supiera cuáles eran navegables y cuáles no.

Habiendo conocido de la enorme riqueza de sus ríos y tierras y del oro que tenía Perú, solicita permiso para formar en Inglaterra una Compañía Explotadora (¿) de los Valles de Pauartambo, para que la propiedad de los 3 ríos descubiertos por O’Brien en el territorio de los Cabrajes, sería cedido por Perú a la Compañía y que el derecho del erario sería de una décima parte de su producto líquido.

Los nombres de los 3 ríos auríferos descubiertos por O’Brien eran: el Rio Ninto, Río El Milagro y el ”Erin’s Golden River”, nombre este último dado por O’Brien. Las pepitas de oro encontradas en los ríos y que llevara a Inglaterra, fueron noticia en los diarios de Londres: Times, Chronicle y Morning Post.

Perú le responde en 1835 que podía formar la compañía y reunir los capitales necesarios por cuenta propia y el gobierno peruano le daría los precios de los terrenos auríferos que explore y facilitaría las fuerzas armadas que precise.

No se sabe pero lo más probable es que no se haya llevado a cabo esa empresa.

O’Brien participó luego en Ejército del Gral. Santa Cruz, Presidente de Bolivia en la campaña del Perú sin ostentar ningún grado o empleo militar. Luego, Santa Cruz le concede el grado de general de Brigada y lo nombra oficial de la Legión de Honor de Bolivia por sus servicios prestados.

El 3 de setiembre de 1837, O’Brien se casa en Lima a los 50 años con una niña de 16 años, Manuela de la Herran y León de donde nace su única hija, Isabel , casada ésta en 1857 con don José Antonio Valdés Aldunate, quienes dejaron numerosa descendencia.

En 1837 decide viajar a Europa y Santa Cruz le da una carta para J.M.Rosas, gobernador de Buenos Aires, cuyo contenido se basaba en ofrecer libre acceso a ganado y productos a cambio de pesos de Potosí. Rosas no solo rechazó el proyecto sino que le declaró la guerra a Santa Cruz y O’Brien fue puesto incomunicado, preso , por más de 6 meses y a quien se acusó de haber venido a Buenos Aires para hacer una revolución y haber traído una suma de dinero no aceptada..

Al enterarse de esto, San Martín se preocupó mucho y escribió a todas sus influencias posibles. O’Brien recuerda que un día llegó una carta de París donde decía “que sus años de experiencia le habilitaban para asegurar que O’Brien era un hombre incapaz de intriga y de deshonor”

En diciembre de 1837 fue puesto en libertad pero le fue prohibido regresar a Perú, Bolivia, Chile y cualquier país del continente pudiendo solo regresar a Europa por lo que le fue concedido su pasaporte y en febrero del 38 se embarcó a Irlanda.

Se quedó 3 años allí y regreso a Uruguay donde se estableció expresándole su preferencia al gobernador de la época: Fructuoso Rivera quien le ofrece su apoyo. Llegó a tener estancia con gran cantidad de animales que luego perdió por las persecuciones de los partidarios de Rosas. Su estancia fue saqueada y talada. O’Brien se marchó a Francia tratando de conseguir apoyo contra la tiranía de Rosas. Regresa a Uruguay en 1846 y se lo indemniza por los gastos en diversas gestiones contra Rosas.

Como O’Brien iba a volver a Inglaterra, el Gobierno de Uruguay en julio de 1846 lo nombra Cónsul General de la República de Gran Bretaña e Irlanda y que iba en “misión especial del gobierno “

En 1847 estaba de nuevo en Montevideo. Volvió a Londres pero en 1848 se dirige al Pacífico pasando sus inviernos en Lima y sus veranos en Chile.

En 1849 y’ 50 logra que ambos gobiernos (Chile y Perú) reconozcan sus servicios en la Guerra de la Independencia.

Solicita su pensión de vejez y Perú le concede una pensión de General y Chile de Tte. Coronel.

En 1854 vuelve a Europa por asuntos privados y cuando regresa promueve en Lima la idea de levantar una estatua a San Martín y a Bolívar. Tomas guido aplaude esta idea y dice que “esas estatuas en nuestras plazas despertarían la curiosidad de la juventud”

Meses antes, O’Brien se había presentado en la plaza principal de Lima y había dado un discurso sobre las grandezas de los héroes y sobre todo de San Martín.

Vuelve a Inglaterra donde se decide a reposar en Londres, en su casa de parque del Este, donde comenzó a escribir cartas que contenían su profunda indignación por Rosas que actualmente gozara de hospitalidad británica.

Emprende su viaje para Chile, pero muere en Lisboa el 1 de junio de 1861 a los 74 años de edad, lugar donde fueron sepultados sus restos. . A fines de 1935 fueron traídos a Buenos Aires en la Fragata Presidente Sarmiento y reposan en tierra argentina como los de su General.

El homenaje se concreta a “ese ayudante que había acompañado fielmente al capitán de América en todos los años de sus fatigas y que jamás se separó de el”

Sus restos fueron recibidos en el Museo Histórico Nacional. Una Comisión Popular de Homenaje se preparó para recibir los despojos del soldado y consideró que se debía publicar todo lo referente al hallazgo de sus restos junto a su biografía.