El Diputado Provincial del Frente de Izquierda mendocina, Martín Dalmau, que además ejerce la docencia, redactó una fuerte carta al gobernador Cornejo, con profundas críticas a su gestión:
«Usted ha provocado ha los docentes con el peor ofrecimiento del país en las paritarias. No sólo es ridícula la propuesta del 7% al básico sino que adquiere carácter de extorsión con el ítem aula.
¿Qué le hace pensar que un docente enfermo no tiene derecho a cobrar lo que le corresponde y debe ser castigado? ¿Qué le hace pensar que los docentes son mentirosos y «ventajeros»? Si existen dudas sobre el ausentismo docente, la DGE tiene los mecanismos para controlarlo.
No conforme con esta provocación, ha mandado a su Ministro Correas a «apretar» en las escuelas a docentes y directivos e instigar a los padres para que sean fuerza de choque de su gobierno, cuestionando el derecho constitucional de huelga e intentando criminalizar a quienes lo ejercen. Es lamentable que el Sr. Correas siga el principio de «obediencia debida» y cumpla sus órdenes ilegales sin chistar. Lo único que ha logrado con esto, es que la comunidad educativa sienta un profundo desprecio por este funcionario y que su sola presencia al frente de la DGE sea tomada como una falta de respeto.
Parece que usted no ha tomado nota de la magnitud del problema. No tiene sentido que diga que el acatamiento al paro fue del 50%, porque todos sabemos, y Usted también, que el acatamiento superó el 90% y que la movilización convocó a más de 10 mil personas.
La negación del problema no lo resuelve, y las mentiras lo agravan.
Su mentira favorita parece ser que «la provincia no tiene plata». Nosotros le preguntamos señor Gobernador: si es así…
¿Por qué sigue subsidiando a los empresarios del transporte con cientos de millones por «kilómetro recorrido»?
¿Por qué sigue pagando sin investigar el origen de la deuda pública de la provincia y su relación con la quiebra de los bancos provinciales provocada por los grandes empresarios de la provincia?
¿Por qué se le otorgan rebajas y exenciones impositivas a las empresas petroleras y las grandes bodegas?
¿Por qué no se hace absolutamente nada para cobrar la deuda que mantienen ciertos grupos económicos con la provincia?
¿Por qué no se investigan los posibles fraudes contra el fisco de las empresas proveedoras y contratistas del Estado, y por qué hace aprobar en la Legislatura leyes de «emergencia» que le otorgan el manejo arbitrario de fondos y saltear el procedimiento de llamado a licitación?
¿Por qué aplaude las decisiones del gobierno nacional que afectan la recaudación, como la quita de retenciones a las empresas megamineras?
Está claro, señor Gobernador, que la quiebra de la provincia no es culpa del sueldo de los trabajadores, ni de las maestras que «no trabajan». Es el producto de décadas de saqueo por parte del empresariado, ejecutado a través de gobiernos de su partido y del partido que hoy «posa» de oposición pero le vota todo lo que pide en la Legislatura, incluyendo un nuevo endeudamiento que hipoteca a la provincia por varias generaciones (tal vez a cambio de algunos pesos para sus municipios, o tal vez a cambio de otras cosas).
Corresponde, a nuestro entender, cambiar radicalmente la orientación social con la que se gobierna. Corresponde que la crisis no la paguen los trabajadores con salarios de hambre y pérdidas de derechos adquiridos. Corresponde que se tomen las medidas que hagan que los que viven de su trabajo reciban un salario que cubra los gastos de sus familias. y los que quebraron la provincia paguen esa quiebra.
Sabemos que Usted es enemigo de estos planteos, como lo son los que gobernaron hasta el 9 de diciembre. Pero también sabemos que la lucha de los trabajadores puede torcer el rumbo y lograr que se dé cumplimiento a las demandas populares.
De nuestra parte apostamos al triunfo de la lucha de los docentes, y ponemos a disposición de ellos nuestras bancas en el Congreso, la Legislatura y los Concejos Deliberantes. También reclamamos el urgente tratamiento, en la Legislatura, de los proyectos que hemos presentado a favor de la educación pública y la docencia, como el que impone el máximo de 25 alumnos por aula, el que reestablece las cuatro horas para la primaria, y el de la democratización de la OSEP.
Por último, le advertimos que ningún «apriete» y «protocolo» va a impedir que los docentes continúen con la lucha que han emprendido y que cuenta con el apoyo de la inmensa mayoría de la población, incluso la de aquellos que lo votaron. Sólo existe una salida a la situación de conflicto creada por su entera responsabilidad, a saber: que se retire el «ítem aula» y se otorgue un aumento que cubra las expectativas de los trabajadores de la educación».
Martín Dalmau
Diputado Provincial
Partido Obrero-Frente de Izquierda
