Finalmente la Corte mendocina declaró por unanimidad la constitucionalidad del Ítem Aula

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Los siete miembros de la Corte Suprema de Justicia votaron por unanimidad la constitucionalidad del Ítem Aula. A través de un fallo publicado por el Poder Judicial, se dictó sentencia definitiva en la causa caratulada “Sindicato Unido de los Trabajadores de la Educación c/Gobierno de Mendoza p/ acción de inconstitucionalidad”.

En este marco, el Gobernador de la Provincia de Mendoza Alfredo Cornejo, expresó: “Nuestro gobierno siempre estuvo convencido de que debíamos aplicar el Ítem Aula para mejorar la calidad educativa para beneficio de nuestros docentes y alumnos”.

“Este fallo cierra el capítulo del orden del sistema educativo y marca el inicio del proceso de perfeccionamiento del mismo. Ahora debemos pensar en mejores docentes, más capacitados y con el Estado a su lado en esa tarea para el beneficio de nuestros niños”, finalizó el mandatario provincial.

 

El Ítem Aula, precursora en Mendoza

La política educativa del gobernador mendocino Alfredo Cornejo logró trascender a nivel nacional por una medida que se hizo famosa: el mentado “ítem aula”, que logró disminuir significativamente el ausentismo de los maestros en la educación primaria y secundaria de la provincia. Un índice que la mayoría de los otros distritos provinciales alaba y dice querer imitar, pero nadie encuentra el margen político para hacerlo. Incluso la mismísima gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, con el ofrecimiento que les acaba de hacer a sus docentes de otorgarles un adicional de seis mil pesos por presentismo, va en ese camino. Sin embargo, los sindicalistas, ni lerdos ni perezosos, al ver el ejemplo de Mendoza, le dijeron rotundamente que no.

Alfredo Cornejo y su director de Escuelas, Jaime Correas, se imaginaron agregar al salario un adicional que sólo cobrarían los maestros y profesores que estuvieran frente al aula, con el objetivo de «mejorar la calidad educativa». Es así que decidieron aplicar un porcentaje del aumento salarial anual sólo para los docentes en el aula, y  excluir a los demás. Eso generó un gran escándalo entre los gremialistas, quienes por supuesto resistieron la propuesta.

Sin embargo, de a poco el ítem aula fue cambiando su carácter porque muchos que no estaban en el aula pero cumplían tareas en el sistema comenzaron a percibirlo igual, ya que todos  y cada uno explicaban la utilidad de su función.

Así, en la medida que dejó de ser restrictivo, de hecho se convirtió en un importante índice de presentismo. Ya que quienes no cumplían con los días mínimos que el ítem obligaba a cumplir, perdían algo así como el 10% de su salario mensual. Y si se excedían en más de diez días de ausencia, podían perder el presentismo del ítem aula durante todo el año.

Sijn dudas, el ítem aula se convirtió en un sello, un símbolo de la gestión Cornejo en educación, para bien o para mal. Hoy ratificado por la Corte provincial.