A fin de concientizar a jóvenes y adultos sobre los riesgos que implica el conducir en estado de ebriedad, interviniendo de manera temprana y preventiva a través de la medición de alcohol, la legisladora del PRO, Laura Balsells-Miró, presentó un proyecto de Ley en la Legislatura mendocina para avanzar en la implementación de alcoholímetros en negocios gastronómicos como bares, pubs, locales bailables y bodegas, para concientizar sobre el consumo.
La iniciativa de ingresada por la diputada Balsells-Miró propone que «todos los locales bailables, bares, pubs, bodegas y demás comercios, sitos en el territorio de la Provincia de Mendoza, que expendan bebidas alcohólicas para consumo dentro de sus establecimientos, cuenten con un dispositivo digital de medición de alcohol».
Según los fundamentos del proyecto de ley, el objetivo es el de informar a sus consumidores y/o clientes acerca de su estado de alcohol en sangre si es que así lo requieran, antes de la salida del establecimiento.
Además, el objetivo de Balsells-Miró es «concientizar sobre el consumo excesivo de bebidas alcohólicas y proporciona a los consumidores una base educativa que les permite tomar decisiones informadas, entre ellas evitar la conducción de un vehículo particular o utilizar un medio de transporte alternativo».
Por otra parte, el texto del proyecto establece sanciones y plazos para que los comercios que expenden bebidas alcohólicas, se puedan adecuar a la norma. El plazo máximo para adaptarse una vez sancionada la ley, es de 90 días y en caso contrario, bares, restaurantes, locales bailables y bodegas podrían recibir sanciones.
Por último, el proyecto de ley de Laura Balsells-Miró señala que los comercios incluidos en la norma, «deberán informar con claridad a través de cartelería la posibilidad de realizar un control de alcoholemia dentro del establecimiento».
El costo oportunidad de prevenir accidentes por alcoholismo y otras medidas como el dosaje de alcohol se refiere al beneficio que se obtiene al evitar los costos y consecuencias negativas asociadas con los accidentes causados por el consumo de alcohol. Incluir medidas como pruebas de alcohol puede ayudar a detectar y prevenir conductas de riesgo, reduciendo así:
1. Costos económicos: Incluyen gastos médicos, reparaciones de vehículos u otros daños materiales, espacios públicos, pérdida de productividad laboral, entre otros.
2. Costos sociales: Impactos en la calidad de vida de las personas afectadas por accidentes, repercusiones emocionales y psicológicas, así como el impacto en la comunidad y en la percepción pública.
3. Costos personales: Daños físicos, discapacidades permanentes o temporales, pérdida de vidas humanas y el sufrimiento tanto de las víctimas como de sus familias.