La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se manifestó en contra de las interpretaciones que señalan que la sociedad argentina se ha «derechizado». En una charla realizada en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), CFK afirmó que «querer un buen trabajo o un buen sueldo no es de derecha o de izquierda, es casi de peronista».
«Yo no digo que las cosas estén bien, también nosotros tenemos responsabilidad. No voy a hablar de las cosas que hizo el gobierno porque ya las dije oportunamente. Pero voy a hablar de que nosotros tenemos que discutir cosas que muchas veces nos hemos negado. Porque no es cierto que la gente se haya derechizado”, expresó.
Y recordó que «en 2012 yo era presidenta y dije en un mensaje del 1 de marzo, que me saltaron a la yugular, pero si nosotros no discutimos los problemas que tenemos van a venir de afuera a imponernos las condiciones de la discusión que no van a ser las condiciones reales. Y tenemos que discutirlo sin enojarnos. Néstor durante 12 años nosotros pagábamos presentismo. Se que es un tema álgido y de discusión. Pero nos pasaba que docentes que trabajaban en la privada nos hacían huelga en la pública. Y tenemos que discutir eso sin enojarnos, porque sino vienen estos tipos a discutirnos todo: los voucher, las universidades pagas. Realmente creo que en serio tenemos que discutir las cosas”.
«Quiero reconocer algo muy importante al Ministro de Economía, que es decirle a la sociedad la verdad sobre el FMI, gran decisión», expresó la Vicepresidenta en una charla titulada «De castas, herencias, derrumbes y futuro» que ofreció al presentar la reedición, a 20 años de su publicación, del libro «Después del derrumbe. Conversaciones de Torcuato Di Tella y Néstor Kirchner» en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET).
En referencia al resultado de las elecciones PASO, la Vicepresidenta desestimó la idea de que los argentinos giraron a la derecha: “Querer tener un buen trabajo y un buen sueldo, la posibilidad de acceder a la vivienda, de un auto, de viajar, de estudiar, no es de derecha o de izquierda. Diría que es casi de peronistas».

«Cuando fueron las PASO yo me quedé en el sur en Río Gallegos y miraba en la TV a los de Juntos por el Cambio festejar. Decía ‘¡qué está festejando esta gente?’. En 2021, cuando el peronismo hizo su peor elección parlamentaria, en esa elección Juntos por el Cambio sacó 42 puntos y ahora terminó a 0,75 de Unión por la Patria y el candidato de UP fue el segundo en votos con una diferencia muy notable”, agregó.
En otra parte de su exposición, la exmandataria dijo que el modelo neoliberal «se cayó» en Argentina «una vez por hiperinflación y otra por deflación», y afirmó que en Economía «no se puede hacer ficción porque la realidad termina estallando».
Además afirmó que el Gobierno del expresidente Mauricio Macri «fue horrible para la gente», sostuvo que el líder del PRO «dice todos los días una mentira distinta» en relación a la deuda externa, y aseguró que existe «una casta de economistas que tuvieron un rol fundamental para instrumentar el modelo neoliberal».

Además, la ex mandataria criticó a la casta de los economistas, a quienes responsabilizó por tener un papel fundamental en el modelo neoliberal. En este sentido, recordó su reunión con Carlos Melconian, quien sería ministro de Economía en un eventual gobierno de Patricia Bullrich. La vicepresidenta mencionó que Melconian le habló sobre la Fundación Mediterránea, que agrupa a las principales empresas del país y que fue fundada en 1977.
Durante la charla, CFK también hizo referencia a la estatización de la deuda privada durante la dictadura, señalando que fue Carlos Melconian quien llevó a cabo esta medida.
Asimismo, cuestionó la idea de que las personas guarden dólares en el colchón debido a la desconfianza en el gobierno, sugiriendo que puede haber otras razones, como no poder declararlos o no querer ingresarlos a los bancos debido a la memoria del corralito.
Fernández de Kirchner también hizo un análisis detallado del proyecto de Presupuesto para 2024, aseguró que «solo cuatro países son los que tienen superávit fiscal» y consideró que el déficit fiscal «no es la causa de la inflación en Argentina».

Luego detalló que solo cuatro países tienen superávit fiscal (Noruega, Dinamarca, Australia y Arabia) y los comparó con Brasil, que tienen un déficit fiscal primario de 7,6. Por su parte, Argentina tiene el 4,2. «Si el déficit fiscal fuera la causa de la inflación, ¿por qué hay países que tienen más déficit que nosotros y no tienen tasa de inflación?». «Le hacen creer a los argentinos que tienen el plan para suprimir gastos que son inocuos y hablan de 15 puntos del PBI», añadió.
«Hablemos en serio en Argentina con números», pidió y mostró un cuadro con los principales componentes de las transferencias de ingresos a personas. «Este es presupuesto, al que quieren ir con una motosierra», dijo y expuso un cuadro donde consta que el gasto de jubilaciones, asignaciones familiares, obra social estatal y programa de incentivo escolar llegan al 8,29% del PBI.

El cuadro que mostró Cristina Fernández de Kirchner en su alocución.
En un siguiente cuadro, mostró que el gasto en relación al PBI fue del 0,12% del Poder Legislativo y 0,27% del Poder Judicial en el 2022. La última operación que realizó la vicepresidenta fue añadirle un 4,75%, que representa el gasto tributario (que calificó como «planeros de lujo porque son las exenciones impositivas, como los impuestos a las Ganancias que tienen que pagar los jueces y no pagan») establecido en el proyecto de Presupuesto 2024.

La suma de todas esos apartados significan un 13,43% del PBI. «Vaya a saber de dónde van a sacar el 15%», ironizó en referencia a la promesa que realizó en su último discurso público Javier Milei, al que apuntó por pedir que el Presupuesto 2024 «no fuera tratado hasta después de las elecciones. Ahora me doy cuenta por qué, ya que se advierte la inconsistencia de lo que se dice y se propone».
«Es imposible ir con la motosierra porque no te dan los números para hacer lo que querés hacer. Eso que resta entre 15% y 13,43% son fuerzas armadas, fuerzas de seguridad, universidades, cuerpo diplomático en el exterior», explicó.

Durante la tarde, Cristina Fernández de Kirchner hizo hincapié en la presión impositiva nacional en el contexto global, donde mostró que la Argentina se encuentra en el puesto 14° con 32,3%, lo que representó una reducción de 3,1% de presión tributaria: fue el Estado que más redujo esa carga.

Esa reducción se la atribuyó a que en el período 2015-2019 «se redujo el impuesto sobre Bienes Personales pero, sobre todo, porque el ajuste por inflación que se sancionó en el macrismo y con el ajuste por quebranto anticipado que le dio la Corte al círculo rojo y a la economía en la República Argentina, hoy la tasa de ganancias que paga toda la sociedad y todas las empresas no llega al 2,45%. La tasa es del 32,3% pero paga el 2,45% por ajuste por inflación».
Asimismo opinó que la evasión agravada por la inflación establece los límites al «círculo virtuoso de la economía»: «Además tenemos laxitud tributaria, a partir del ajuste por inflación o quebranto anticipado y todas las argucias evasivas».
En ese contexto, aseguró que si «no discutimos entre nosotros las condiciones» de la realidad «nos las van a imponer desde afuera».
Por otra parte, manifestó que «es mentira que la gente se haya derechizado», y reclamó discutir las políticas sociales para que «no sean algo permanente».
«La labor que tienen los militantes es decirle a la gente cuál es la verdad para que decida libremente», expresó.
La vicepresidenta también afirmó en otra parte de su exposición de 1 hora y 20 minutos que «tener un auto o una casa, no es de derecha o de izquierda», sino «más bien es peronista» y aseguró que fue una de las impulsoras de «la unidad» en la coalición oficialista UxP.

También se refirió al expresidente Néstor Kirchner al remarcar que «nunca habló de herencia y se puso a laburar», y sostuvo que su espacio político «dejó una deuda reestructurada y sin el FMI en el país».
La exposición de la Vicepresidenta se concretó mientras en las afueras de la sede de UMET, ubicada en el barrio porteño de Balvanera, militantes acompañaron su discurso, mucho de ellos con banderas de la agrupación La Cámpora.
Tras finalizar su alocución, la Vicepresidenta se dirigió a la militancia que se congregaba en la puerta de la casa de estudios, y aseguró que Argentina es «un orgullo en materia de derechos humanos, le pese a quien le pese».
«Ese rol honorable nos reconocen todas las democracias del mundo. Es un logro de todos y cada uno de los argentinos, remarcó la exmandataria al ponderar las políticas de Memoria, Verdad y Justicia que impulsó el kirchnerismo, en tiempos en los que se reproducen discursos negacionistas de los crímenes que cometió la última dictadura.

En un pasaje de este segundo discurso, Cristina Kirchner agradeció el cariño de los adherentes al kirchnerismo y pidió «perdón» ante las decepciones que pudo haber causado la gestión del Frente de Todos (FdT) entre sus votantes.
“Yo entiendo la desilusión porque la expectativa era muy grande. Les pido perdón porque no pudimos cumplir”, subrayó la Vicepresidenta y llamó a «militar, sin enojarse».
Y por último, enfatizó: «Quienes piensan que me van a quebrar no me conocen. Presa o muerta no me van a callar».