Vadillo «¿Por qué no hay que gastar la mitad los 1.000 millones de dólares del ahorro de los mendocinos en El Baqueano para una obra que no le servirá a la provincia?»

Actualidad Mendoza

Lo que no hizo en 4 años quiere hacerlo antes de irse: dilapidar la mitad de los 1.000 millones de dólares que la Nación pagó por los efectos negativos de la promoción industrial, en la construcción del dique El Baqueano, sobre el río Diamante.

Se trata de un proyecto viejo, de más de 20 años, cuyo único fin es generar electricidad, meta que no podrá cumplirse porque no tendrá suficiente agua para hacerlo, debido a la mega sequía que Mendoza padece hace años por el cambio climático. 

Para que se entienda la magnitud del problema, el río Diamante tiene un promedio histórico de derrame de 994 hectómetros, y ahora solo está derramando 400 hectómetros, es decir, el 40% del promedio. Una decisión absolutamente precipitada que dejará con las manos atadas al próximo gobernador y a los nuevos legisladores, con un proyecto que no beneficiará en nada a la eficiencia hídrica. 

No aumentará la superficie de riego, tampoco generará desarrollo turístico, como no lo generó hasta ahora el perilago del dique Potrerillos después de dos décadas, ni traerá más inclusión social a través de la generación de empleo, porque los trabajadores que llegarán allí o serán golondrinas o especializados y llevados por quien obtenga la adjudicación.

¿Por qué no a El Baqueano? ¿Por qué vamos a gastar entre 500 y 600 millones de dólares en un dique no dará más agua a los agricultores cuando hoy apenas se puede regar la mitad de la superficie cultivable por la escasez de agua? Mi propuesta como candidato a gobernador del Partido Verde es no gastar esa fortuna en El Baqueano y concretar una obra de triple impacto que generará más riego, energía e inclusión social.

Hablo de usar esos fondos para construir Pequeños Aprovechamientos Hidroeléctricos, también conocidos por sus siglas como PAH y que se utilizan en todo el mundo. En Mendoza ya los tenemos: cuatro en el canal Cacique Guaymallén, en los distintos saltos; otro en el triple salto unificado del canal San Martín, en Rivadavia, en Lunlunta. 

Conceptualmente son lo opuesto a una megaobra como la de El Baqueano. Son pequeñas turbinas ubicadas en los principales canales de riego de la provincia que recorren miles de kilómetros que se pueden colocar donde haya un declive que permita su operatividad.  Los que ya están funcionando, están en puntos obvios para ser instalados, pero estos pequeños aprovechamientos hidroeléctricos pueden colocarse en muchísimos lugares más.

La ventaja que tienen es que generan primero, desarrollo sostenible sin impacto ambiental a través de una matriz de energía verde;  segundo, inclusión social porque dará potencia energética a localidades aisladas o sin factibilidad que tendrán energía suficiente para emprendimientos industriales, turísticos o comerciales; y tercero, obliga a la provincia a impermeabilizar más  canales, eficientizando y aprovechando al máximo el uso del agua y adecuandonos al cambio climático. 

Lo que necesitamos hoy, no son grandes represas como la de El Baqueano. El enfoque político del gobierno está errado. No necesitamos mega obras sino un sistema para aprovechar el agua que tenemos al máximo. Si lo hacemos, vamos a compensar la falta de agua que hoy tenemos, porque no vamos a perder parte de ella en el traslado. Mendoza tiene 12 mil kilómetros de canales para transportar agua, de los cuales casi el 90% son de tierra, por lo que una buena parte del agua se pierde, se filtra en el suelo terroso de esa red. 

No podemos rifarnos semejante fortuna en un proyecto para que el gobernador Rodolfo Suarez se vaya tranquilo con su alma habiendo dejado una obra a la posteridad. Tenemos que ser eficientes, efectivos, porque no vamos a tener oportunidad de tener otros 1000 millones de dólares de una vez. Hay que tener más agua. ¿Cómo la tenemos? Impermeabilizando más canales. Hay que tener más energía. ¿Cómo la tenemos? Haciendo pequeños aprovechamientos sobre estos canales. Hay que tener más desarrollo ¿Cómo lo hacemos? Ahorrando agua de verdad y llevando energía a toda la provincia, lo que abundará en más cultivos y más emprendimientos. 

Insisto: ¿Por qué no hay que hacer El Baqueano? Si uno ve los últimos pronósticos del Departamento General de irrigación, todos los años ha caído la cantidad de agua que traen los ríos del deshielo. Aún peor, la cantidad de energía que generaría la presa de El Baqueano la estarían calculando en base a las mediciones de procesos históricos que no tienen nada que ver con la falta de agua y con los promedios que estamos padeciendo hoy.

Por lo tanto, la única razón por la que gastaría el gobierno entre 500 y 600 millones de dólares para construir El Baqueano, es para generar energía que no va a generar porque no va a tener suficiente agua para hacerlo. Como propongo desde el Partido Verde, hay que cambiar el concepto de inversión: primero, invertir en eficiencia hídrica y si da electricidad y desarrollo, mejor, porque lo que necesita Mendoza son proyectos que nos den estos tres beneficios y no solo uno de ellos. 

Además, la energía de los proyectos de aprovechamiento hidroeléctricos, está dentro de los programas nacionales, por lo que su compra por parte del sistema mayorista está asegurada y con ello, la amortización de la obra y recuperación de la inversión. Tenemos 1.000 millones de dólares para dar un salto en Mendoza. No dejemos que la política se los lleve.

* Mario Vadillo, Diputado Provincial de Mendoza mandato cumplido, actual Presidente del Partido Verde y candidato a Gobernador.