Vadillo «La matriz productiva de Mendoza no se ha agotado, pero lo que sí está agotado es el dominio de los partidos políticos tradicionales que han gobernado la provincia durante los últimos 40 años»

Actualidad Mendoza

Muchos opinadores y operadores de los lobbys megamineros especulan que la matriz productiva de Mendoza está agotada y es necesario ampliarla modificando los límites impuestos por la Ley ambientalista 7722 y la indiscriminada entrega de los recursos naturales. En ese marco y aportando a la discusión, el precandidato a gobernador por el Partido Verde, Mario Vadillo, explica que el verdadero cambio viene del mismo ciudadano mendocino que deberá elegir con inteligencia en estas elecciones nuevos caminos que aporten ideas innovadoras de producción y desarrollo para Mendoza.

«Nuestro objetivo en el Partido Verde es ir más allá del modelo agroindustrial, y adoptar un modelo de triple impacto agrobioindustrial. Este modelo permitirá generar valor agregado a través de la innovación y la sustentabilidad, y nos permitirá impulsar la eficiencia hídrica para recuperar y ampliar las áreas cultivables. Para lograr esto, es fundamental aumentar la productividad agrícola y mejorar la conservación ambiental a través de la adopción de técnicas de agricultura de precisión y de conservación. Debemos trabajar incansablemente para lograr estos objetivos, y así transformar la economía de Mendoza para el beneficio de todos los ciudadanos, no solo para unos pocos políticos», destacó el presidente del Partido Verde de Mendoza.

Vadillo aporta a la discusión de la Mendoza del futuro una visión productiva de triple impacto: económico, social y ambiental «Mendoza cuenta con un sector agrícola e industrial que puede aprovechar al máximo este potencial, siempre y cuando se implementen políticas públicas que fomenten la investigación, el desarrollo y la producción de bioproductos, bioinsumos, biomateriales, bioenergía y biotecnología aplicada al mejoramiento vegetal, animal y de los microorganismos».

El candidato verde sostiene que la industria vitivinícola un ejemplo de la bioeconomía «La industria vitivinícola es una de las principales actividades de la bioeconomía de base agraria en Mendoza. Con el icónico Malbec como su estandarte, y cada vez más, sus distintas regiones productoras de vino, como Luján, Maipú, Valle de Uco y Gualtallary, la industria ha logrado consolidarse en los principales mercados mundiales. A pesar de los cambios que ha sufrido en los últimos años, la bioeconomía de la vid no es homogénea y seguirá evolucionando. En términos generales, esta industria produce cinco productos tangibles y dos intangibles, todos relacionados entre sí».

«Estos servicios constituyen un tipo de capital social diferenciado que genera valor empresarial y territorial. En este sentido, la industria vitivinícola ha evolucionado hacia dos modelos de desarrollo cada vez más diferenciados: uno cuantitativo, que representa los vinos de mesa y el mosto concentrado, y otro cualitativo o diferenciado, que representa la alianza entre vinos de calidad, enoturismo y paisaje vitivinícola. Tanto los servicios ecosistémicos ambientales, como la construcción de paisajes artificiales de alto valor, tienen un efecto positivo en la calidad de vida de las comunidades locales y en la protección del medio ambiente» detalla.

Vadillo insiste en la necesidad de políticas gubernamentales que acompañe al empresariado y no que lo enfrente «La industria vitivinícola sigue necesitando el desarrollo de políticas públicas que fomenten la producción sostenible con los cambios necesarios en el uso del suelo para su conservación, la implementación de la presurización en el riego y la malla antigranizo con protección UV, y en conjunto la promoción del turismo enológico y de experiencias como lo promociona las plataformas online, lo que crea un impacto significativo en la economías de los departamentos de la provincia».

El aspirante a la gobernación sostiene que la bioeconomía brinda energía «En Mendoza, la inversión en infraestructura de eficiencia hídrica en la impermeabilización de canales de riego no solo ayuda a optimizar el uso del agua, sino que también genera energía a través de los Pequeños Aprovechamientos Hidroeléctricos (PAH) y es una fuente de desarrollo industrial como una metalúrgica mendocina que ha montado complejas turbinas para aprovechar la energía hidroeléctrica generada por los canales de riego impermeabilizados. Es el caso de el Salto 11, en Luján de Cuyo, que aprovecha la fuerza del agua del canal Cacique Guaymallén para dar energía a 597 hogares con contaminación cero».

«Esta inversión en eficiencia hídrica y energías renovables es un ejemplo de bioeconomía de triple impacto, ya que combina el uso sostenible de los recursos naturales con la creación de oportunidades económicas. Además, la generación de energía limpia a partir de los PAH permite reducir la dependencia de fuentes de energía no renovables y disminuir la huella de carbono», agrega el referente verde.

Afirma «Cuando impermeabilizamos los canales de riego, se puede promover la colocación en cauces de fincas y zonas aledañas a equipos para generar energía hidroeléctrica -Pequeños Aprovechamientos Hidroeléctricos (PAH). En Mendoza ya hay 11 PAH que producen en conjunto 30 megavatios, los cuales proveen electricidad a fábricas y bodegas y abastecen con el sobrante al sistema interconectado de Cuyo. Con lo que se incrementará la generación de esta energía renovable, con el consiguiente ahorro económico para los productores».

«Esta iniciativa también es una muestra de cómo los pequeños aprovechamientos hidroeléctricos pueden ser una alternativa a las grandes represas, ya que no requieren grandes inversiones y pueden adaptarse a las necesidades de las comunidades locales. De esta manera, se promueve el desarrollo económico y la protección del medio ambiente de manera simultánea» detalla Vadillo.

El precandidato a gobernador establece que debe existir un verdadero cambio de paradigma en políticas públicas que revierta el éxodo de agricultores e industrias producto de más de una década sufriendo la sequía de nuestros ríos «La bioeconomía y la agricultura de precisión en Mendoza son herramientas clave en la lucha contra el cambio climático y la desertificación que afecta a la región. La falta de agua y la necesidad de terminar con el riego a manto, y la utilización excesiva de agroquímicos, ha llevado a una disminución en la productividad de los cultivos y en la calidad del suelo. Además, la falta de tela antigranizo ha causado importantes pérdidas en la producción de frutas y hortalizas».

«La implementación de la agricultura de precisión, que utiliza tecnologías de última generación para monitorear el suelo, el clima y las necesidades de los cultivos, permite reducir el uso de agroquímicos y optimizar el riego, aumentando la eficiencia y la productividad. Mendoza debe liderar el modelo agrobioindustrial, promoviendo una cooperación público-privada que impulse el desarrollo sostenible en la provincia y la convierta en líder regional en el siglo XXI, generando un triple impacto económico, social y ambiental», cerró Mario Vadillo, el precandidato a gobernador del Partido Verde.