Cristina Fernández de Kirchner adoptó un rol más protagónico en medio de la interna del Frente de Todos, y a partir de allí comenzó un operativo clamor de dirigentes de La Cámpora para CFK 2023. Este sábado desde Ensenada, la vicepresidenta lanzó un nuevo duro discurso contra el presidente Alberto Fernández y le respondió con Juan Domingo Perón: «Hay que persuadir con hechos», lanzó
«Hay que persuadir con hechos», expresó CFK en clara respuesta a Alberto Fernández que había señalado este viernes que «el poder no pasa por ver quién tiene la lapicera sino por quién tiene la capacidad de convencer».

La Vicepresidenta continuó respondiéndole al Presidente y señaló «en la Secretaría de Trabajo Perón cazó la lapicera y no la largó más». «Elegí algún párrafo de los que Néstor tenía señalados en el Manual de Conducción Política. Página 73, Persuasión con hechos. ¿Qué decía Perón? Últimamente encontramos muchos exegetas de Perón. Yo no persuadía con palabras, yo persuadía con hechos y con ejemplos», lanzó y fue ovacionada por los presentes.
Luego recordó que «esto es lo que Perón decía, la conducción, el amor del pueblo es en base a los hechos. Las palabras, tal vez Jesucristo, pero tuvo que hacer milagros para que los siguieran. Es importante que entendamos la mecánica de la construcción del poder del peronismo. Por qué fue atacado Perón, porque usaba la lapicera en favor del pueblo».
«Últimamente vemos muchos exégetas de Perón», dijo CFK e insistió en que «hay que ver lo que los políticos hacen».

También se refirió a la reunión con Carlos Melconian: «Está claro que él no piensa como yo ni yo como el, pero a mi me gusta escuchar a todos. A lo mejor estoy equivocada y me convencen, no sería la primera vez». «Cuando se conoció, le dijeron de todo al pobre Melconian. ¿En serio se piensan que de esa manera se puede construir un país?», expresó.
Y agregó: «Tuvimos un acuerdo: la economía bi-monetaria». «El tema del déficit fiscal, sinceramente, no creo que esa sea la causa central de la inflación estructural de la Argentina», señaló CFK.
«Si esto fuera demoníaco, la Unión Europea no permitiría un déficit del 3%», manifestó. «En mi mandato, tuve 11 corridas bancarias. Si uno observa el cuadro, se producen dos fenómenos: mientras no hay regulación, hay formación de activos en el exterior, pero no hay brecha cambiaria. Cuando hay regulación, al revés». «No soy apologista del déficit fiscal», insistió al igual que en el anterior acto en Avellaneda.

La cita tuvo lugar en el Polideportivo local, a las 17 horas y se trató de un acto homenaje al ex presidente Juan Domingo Perón. Del mismo, participó el intendente ultrakirchnerista Mario Secco y el intendente de Berazategui, Juan José Mussi.
Inicialmente el acto iba a ser el próximo viernes 1º de julio. Sin embargo, ese día la CGT realizó un acto propio en homenaje a Perón junto al Jefe de Estado, por lo que la vicepresidenta corrió su actividad para el sábado.
La polémica por los planes sociales y la formación del matriarcado
Cristina Kirchner cuestionó lo que consideró una tergiversación de sus dichos en torno a planes sociales, que generó una polémica con movimientos sociales como el Evita. «Se armó una competencia entre algunos para ver quién agraviaba, quién insultaba», reflexionó. Entonces inició un racconto sobre las políticas sociales del kirchnerismo desde 2003, desde el plan Jefas y Jefes de hogar, heredados de la gestión de Eduardo Duhalde, hasta la Asignación Universal por Hijo. Sobre esta política, cuestionó a dirigentes del Frente de Todos que sostienen que «porque el hecho de que los titulares son mujeres, digan que esto destruye a la familia porque forma el matriarcado», un dardo apuntado contra Emilio Pérsico, titular del Movimiento Evita.
«A esto lo he charlado mucho con Juan Grabois: creo que tenemos que empezar a discutir la necesidad de un ingreso universal básico», sostuvo en otro párrafo CFK.
El encuentro con Carlos Melconian
Cristina Kirchner contó detalles del encuentro que mantuvo con Carlos Melconián, economista liberal y representante de la Fundación Mediterránea. «Está claro que Carlos Melconian no piensa como yo, ni yo pienso como él, pero me gusta escuchar a todos, porque a lo mejor estoy equivocada», se sinceró, antes de meterse a detallar su mirada acerca del déficit fiscal y su impacto en la macroeconomía, no sin antes cuestionar a quienes derramaron críticas sobre el economista liberal.
«Tuvimos una coincidencia en la economía bimonetaria. El problema principal que tiene la Argentina y que causa el fenómeno inflacionario es la economía bimonetaria. Él piensa más parecido a Guzmán», subrayó, aludiendo a la idea de señalar al déficit fiscal como la causa de la inflación. En esos momentos se cononcía a través de Twitter la renuncia del ministro de Economía aludido en el mensaje de CFK.
«No soy una apologista del déficit fiscal, pero esa no es la causa de todos los problemas. Tenemos que encontrar la solución al problema de las corridas cambiarias, que se producen por la escasez de dólares”, apuntó la vicepresidenta luego de caracterizar como «muy grave» al problema del país a partir del endeudamiento que parece.
Funcionario que funciona
«La inflación es un problema grave en serio. Destruye los salarios, destruye la actividad económica, la vida, las esperanzas, las ilusiones de las personas», retomó Cristina Kirchner, volviendo a la agenda actual. Menciono a Carlos Zannini, «el señor que destrabó el gasoducto Néstor Kirchner. Lo teníamos atrancado, no iba ni para atrás ni para adelante», relató y contrastó con algunas reparticiones en la que el expediente llegó a estar «60 días». «Si tenemos gasoducto es porque tenemos una correcta interpretación de la ley», insistió, y remató: «¿Vieron? Hay funcionarios que funcionan. Hoy estoy positiva».
Odio irracional contra el peronismo
«Necesitamos superar en la Argentina ese odio irracional del que sigue siendo objeto el peronista. Nosotros no somos así. Somos un movimiento popular, nacional, con una inmensa alegría de vivir y de celebrar la vida también», continuó Cristina Kirchner desde Ensenada. Por eso, dijo, «con los problemas que tenemos en nuestra sociedad, tenemos que superar eso».
«Es necesario que comprendamos lo que es el ejercicio del poder»
«Perón fue atacado porque usaba la lapicera en función del pueblo. Por eso lo metieron preso, por eso después los bombardeos en la Plaza de Mayo, el primer acto terrorista que tuvo la Argentina», continuó la Vicepresidenta. Luego recordó el «odio metafísico» contra Evita. «Esta es la ontología del peronismo, es la construcción del poder desde el campo nacional y popular, cuando es a favor del pueblo. Por eso creo que es necesario que todos comprendamos lo que es ejercicio del poder», retomó.
«Perón cazó la lapicera y no la largó más»
Cristina Kirchner recordó la trayectoria de Juan Domingo Perón desde su llegada al Departamento del Trabajo. «Cazó la lapicera y no la largó más», recordó, reavivando el contrapunto con Alberto Fernández. «Se la pasó firmando, firmando y firmando. Tanto firmó el hombre que comenzó a haber en el poder en la Argentina preocupación», reseñó. El derrotero llegó hasta la presidencia de Perón: «Esto es lo que Perón decía: la conducción es en base a los hechos», remató.
La última aparición pública de Cristina Fernández fue hace poco más de una semana cuando encabezó un acto en la CTA por el Día de la Bandera. Allí la presidenta planteó el debate por la administración de los planes sociales y «el festival de importaciones», dos discusiones que provocaron fuertes cimbronazos en el interior del Frente de Todos.
Por eso, el acto planeado para este sábado, un día después a la actividad del Presidente, genera una fuerte expectativa en el mundo de la política, dado que en sus últimos discursos, la ex presidente avivó las internas del oficialismo.
En este escenario, no se descarta -más bien todo lo contrario- que la vicepresidenta sume un nuevo capítulo a la discusión que atraviesa el Frente de Todos.
Guzmán renunció al Ministerio de Economía en pleno discurso de CFK

El ministro de Economía, Martín Guzmán, presentó su renuncia mientras hablaba CFK en un acto en Ensenada. «Con la profunda convicción y la confianza en mi visión sobre cuál es el camino que debe seguir la Argentina», expresó en la carta de renuncia dirigida al presidente Alberto Fernández.
En un extenso texto, Guzmán recordó que «desde el día en que los argentinos y las argentinas percibimos que usted podía llegar a ser el Presidente de la Nación, busqué ser su ministro de Economía» y caracteriza aquel momento como «tiempos muy difíciles» en los que «sentía que mi responsabilidad con la Patria, con mi pueblo y con mi familia era aportar a la construcción de una salida a la crisis económica que vivía el país».
Sin embargo, poco más adelante Guzmán reconoce una temprana frustración. «La primera vez que le hablé a la Argentina como ministro de Economía de la Nación, conté que nuestro objetivo era tranquilizar la economía. Puede que a varios ese concepto no les genere demasiado entusiasmo, pero a mí siempre me pareció (y me parece) que tranquilizar la economía constituiría una verdadera épica», señala.
«Una condición necesaria era resolver el problema de las deudas externas insostenibles, que agobiaban tanto al Estado como a la Argentina toda. Ése era un punto de partida. Una condición necesaria, no suficiente, para sacar al país del sendero recesivo con destrucción de puestos de trabajo y de empresas por el que venía transitando, y retomar una senda de progreso económico y social», expresó.
Cabe señalar que tras la salida de Kulfas había crecido la presión contra Guzmán por parte del cristinismo.
Desde el inicio de su gestión, Martín Guzmán se enfocó principalmente en el peso de la deuda externa argentina y renegoció con los bonistas y el Fondo Monetario Internacional (FMI), con quien el país mantenía una negociación abierta por los u$s44.000 millones que contrajo la administración de Mauricio Macri. Y de hecho, tenía previsto viajar este lunes a negociar la deuda con el Club de París.
«En la economía, siempre hay disyuntivas», expresó el saliente Martín Guzmán en su carta de renuncia. Y agregó: «Desde la experiencia que he vivido, considero que será primordial que trabaje en un acuerdo político dentro de la coalición gobernante para que quien me reemplace, que tendrá por delante esta alta responsabilidad, cuente con el manejo centralizado de los instrumentos de política macroeconómica necesarios para consolidar los avances descriptos y hacer frente a los desafíos por delante. Eso ayudará a que quien me suceda pueda llevar adelante las gestiones conducentes al progreso económico y social con el apoyo político que es necesario para que aquellas sean efectivas».