A 46 años del golpe cívico-miliar, el nefasto discurso del dinosaurio Marcelino Iglesias que retomó la «teoría de los dos demonios»

Actualidad Mendoza

A 46 años del golpe de Estado de 1976 en Argentina es fundamental reafirmar la importancia del proceso de memoria, verdad, justicia y reparación.

Vale la pena reiterar que Argentina vivió sus días más trágicos en el período de la última dictadura cívico-militar. La experiencia en el juicio y castigo de los crímenes cometidos entre 1976 y 1983 ha sido ejemplificadora para otros países en sus procesos de búsqueda de la verdad y reparación a las víctimas. Es fundamental reafirmar no repetir los errores del pasado y repetir 30 mil veces «Nunca Más».  

¿Por qué es necesario repetir estas consignas a cada momento? En estos últimos tiempos de nuestra querida Argentina hay intentos de regreso de ciertos dinosaurios reconvertidos en personajes mediáticamente «simpáticos» y atrayentes, como el liberal Javier Milei que intenta reinstalar el modelo de «libre mercado» del fracasado economista de la última dictadura cívico-miliar, José Alfredo Martínez de Hoz y de su mentor, Domingo Cavallo, responsable de la estatización de la deuda privada de las corporaciones empresarias en su paso por el Banco Central en 1982.

Justamente hoy durante una sesión especial de la Legislatura porteña convocada por el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y Justicia, y rechazaron los intentos de La Libertad Avanza -el espacio que encabeza Javier Milei- que pidió «contar la historia completa» y abonó la denominada teoría de los «dos demonios». El dinosaurio mostró la verdadera hilacha!

La legisladora Rebeca Fleitas, del bloque La Libertad Avanza (LA), afirmó que «se habla de una sola parte de la historia y se niega a múltiples sectores la posibilidad de exigir justicia».

«Así –continuó- la memoria se vuelve selectiva y a quienes recordamos a las víctimas del terrorismo guerrillero nos tildan de negacionistas y fachos».

Las palabras de Fleitas generaron reacciones en el recinto, como abucheos y expresiones de indignación- por lo que Emmanuel Ferrario, vicepresidente primero de la Legislatura y encargado de dirigir la sesión, debió pedir silencio en varias oportunidades.

O de otros personajes recientes, denunciados por BienCuyano hace un par de semanas atrás como Rodrigo Damián Vázquez, gerente de Seguridad Física en YPF SA, con responsabilidad sobre las operaciones de la empresa en las provincias de Cuyo, que dejó bien en claro su nostalgia gorila «Interesante leer este articulo (sobre una nota de Infobae) donde aclara que el crecimiento institucional del país que perdura hasta hoy, se lo debemos más a las dictaduras que a los gobiernos institucionales. No lo olvidemos». Afortunadamente, tras estas repudiables palabras, este dinosaurio fue expulsado de YPF.

Lamentablemente, otro animal prehistórico asomó la cabeza en este especial 24 de marzo, el intendente radical Marcelino Iglesias, ubicado en las antípodas de un gran defensor de la democracia, Don Raúl Alfonsín.

En su discurso por el Día de la Memoria en la escuela Américo D’Ángelo, el intendente de Guaymallén le brotó el gorilismo y lo vomitó en su oratoria ante un puñado de alumnos «Debemos tener memoria de los hechos que pasaron para exigir justicia, pero también debemos apegarnos a la verdad de los hechos históricos. El 24 de marzo no surgió de la nada, no surgió porque unos militares alucinados decidieron tomar el poder; surgió porque la misma democracia imperfecta había generado condiciones de mucho descontento, no solo en lo económico sino principalmente en lo social».

Desafortunadamente, el mendocino Marcelino Iglesias en la misma sintonía que los liberales de Milei, apela a «la teoría de los dos demonios» para justificar el golpe de Estado cívico-miliar de 1976. Es una concepción que equipara los actos de terrorismo de Estado de las Fuerzas Armadas con los actos de violencia de Montoneros y ERP durante el golpe militar. Para esta visión, el monopolio de la fuerza que tiene el Estado es igual que el de una organización política.

Totalmente repudiables dichos de un intendente de origen radical, partido que siempre levantó las banderas de la democracia con grandes referentes como Raúl Alfonsín, Ricardo Balbín o Arturo Illia, entre otros. Marcelino está años luz de ellos!

Los demonios de Marcelino

La teoría de los dos demonios se basa en una interpretación por la cual los hechos cometidos en Argentina entre 1976 y 1983, el gobierno de Jorge Rafael Videla habría tomado el poder por la fuerza, derrocando a María Estela Martínez de Perón, con la intención de combatir a grupos guerrilleros como Montoneros y E.R.P, grupos que se dedicaban a cometer atentados por toda la Argentina, ya que, entre 1969 y 1979 dichos grupos habían cometido 21.642 acciones subversivas.

En este contexto, las Fuerzas Armadas se vieron obligadas a tomar el poder, imponiendo un gobierno de facto cuya misión sería restaurar el orden; por lo tanto, todos los crímenes de lesa humanidad cometidos por el Estado, tales como desaparición forzada, secuestros, torturas, asesinatos y apropiación de bebés, entre otros, habrían sido «excesos» cometidos en el marco de una guerra civil, por lo que no serían crímenes de lesa humanidad, ya que era una supuesta guerra. Un hecho que prueba que se vivió una guerra, es lo admitido por el propio Firmenich en el 2004 refiriéndose al asesinato de Rucci: «Sí, desde nuestro lado (matar a Rucci) fue un error político, como toda la guerra civil que ha vivido la Argentina».

Esta teoría también discute el número de desaparecidos. No considera que fueron 30 mil sino entre seis mil y nueve mil.

¿Qué opinará Marcelino? ¿La democracia «imperfecta» se corrige con golpes, represión y desapariciones?