El Papa Francisco recibió al presidente Alberto Fernández en el Vaticano. En un encuentro cordial que duró más de 44 minutos y donde hubo chistes de por medio, se tocaron temas de la Argentina, como por ejemplo, la importancia de trabajar por la unidad de los argentinos y de combatir la pobreza.
Las diferencias fueron dejadas de lado. Se sabe la postura del mandatario argentino respecto al aborto, y cuál es la posición del Sumo Pontífice. Ese tema no estuvo en la agenda y así evitaron cortocircuitos.

Según reveló un corresponsal de Télam, luego de un intercambio de obsequios, el Papa Francisco le pidió a Fernández y a su comitiva, que «sean mensajeros de la paz». Además, en medio de bromas, el Sumo Pontífice le planteó al presidente la importancia de que los gobernantes «no pierdan el sentido del humor».
Entre los que acompañaron al Presidente al encuentro con el Papa estaban el canciller Felipe Solá, la primera dama Fabiola Yañez, y el secretario de comunicación y prensa Juan Pablo Biondi, y el secretario de Asuntos Estratégicos Gustavo Béliz.
El pontífice esperó al mandatario argentino en la Sala del Tronetto, donde se dieron un afectuoso saludo. Francisco le cedió el paso a Alberto y le dijo «primero el monaguillo».
Luego, en un gesto inusual, Francisco firmó en el momento uno de los cinco escritos que le regaló al presidente: la exhortación apostólica de 2019 dedicada a la juventud, “Christus Vivit”.
En un clima distendido, el Papa, luego, le planteó al mandatario la importancia de que los gobernantes “no pierdan el sentido de humor”, antes de leerle una cita de Santo Tomás Moro del siglo XV, tomada de uno de sus escritos.
Al recibir el libro sobre la fraternidad humana que Bergoglio publicó en 2019 junto a los líderes musulmanes, Fernández recordó que el texto fue comentado la semana pasada durante la conmemoración de los 75 años de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz, de la que el mandatario participó en Israel.

Previo al encuentro con el Papa, el Presidente había participado de una misa “por la reconciliación” en la Basílica de San Pedro, junto a la primera dama, una ceremonia celebrada por el obispo argentino Marcelo Sánchez Sorondo.
Al llegar al Vaticano, el presidente Alberto Fernández fue recibido en el Patio de San Dámaso por monseñor Leonardo Sapienza de la prefectura de la Casa Pontificia.