Vadillo «El Viti tenía razón, Cornejo es un proxeneta de la política, pero ahora también le podemos agregar al Club Violeta a Petri y De Marchi»

Actualidad Mendoza

La baja participación es uno de los temas que preocupa a la política y aparece como un tema determinante de cara a las elecciones de octubre. El objetivo tanto del equipo de Milei y los Menem, como los de Cornejo en Mendoza es que la gente manifieste su bronca y no vaya a votar… un perverso juego que enflaquece a la Democracia y beneficia a estas fuerzas corporativistas.

En las últimas elecciones en la provincia de Santa Fe se registró la menor participación de votantes desde el retorno de la democracia en Argentina: solo el 52 por ciento del padrón acudió a las urnas, según datos de la Secretaría Electoral provincial. Un fenómeno que se acentuó en Rosario y en la capital santafesina. 

En las elecciones legislativas de CABA, la participación electoral fue del 53,3 por ciento, muy por debajo del promedio histórico del 77 por ciento que tienen las elecciones generales, donde la participación oscila usualmente entre el 69 y 85 por ciento. 

Mendoza la está pasando mal, con desocupación, pobreza, precariedad laboral, cierre de pymes y destrucción de las economías regionales… no puede caer en la trampa de la derecha. El mendocino debe ir a votar, expresar su bronca y demostrar que la motosierra de Milei y Cornejo contra el pueblo es el camino equivocado!

En ese sentido, el candidato a diputado nacional por el Frente Verde, Mario Vadillo, desarrolló una columna de opinión sobre la necesidad del voto.

El Frente Verde es la opción para que votar vuelva a tener sentido

Por Mario Vadillo

En las últimas elecciones vimos un fenómeno que incomoda al poder: cada vez más mendocinos deciden no ir a votar. La abstención crece, y no porque la gente se haya vuelto “vaga” o “indiferente”, como repiten los oficialistas. El verdadero motivo es otro: el ciudadano común está harto de una política que lo usa, lo castiga y lo traiciona.

En Mendoza, Alfredo Cornejo y Luis Petri se presentan como renovación, pero no son más que la continuidad de un radicalismo enquistado en el poder. Se pintan de violeta para disimular, pero gobiernan con los mismos métodos de siempre: tarifazos en electricidad, agua y transporte, más impuestos que ahogan al trabajador y negocios con empresarios amigos que se enriquecen mientras el pueblo se empobrece.

Ese modelo feudal y clientelar expulsó al ciudadano de las urnas. ¿Para qué votar, si gane quien gane entre los de siempre, los costos recaen en el mismo bolsillo?

Cuando el mendocino no va a votar, está enviando un mensaje: “No quiero ser cómplice de este saqueo institucionalizado”. Y tiene razón. La política de Cornejo y Petri convirtió la democracia en un simulacro, donde los cargos se reparten en cúpulas mientras las familias luchan para pagar la luz, el agua o la garrafa.

La abstención no es apatía: es la rebelión silenciosa de un pueblo cansado de que la motosierra siempre caiga sobre los jubilados con ingresos de indigencia, las personas con discapacidad que pierden prestaciones, y los trabajadores precarizados que sostienen la economía.

Cornejo y Petri quieren culpar al ciudadano que no vota, pero la culpa es de ellos: vaciaron la política de sentido. Gobernaron para la casta, no para el ciudadano de a pie. Mientras ellos se reparten privilegios, el pueblo aprendió que la boleta sola no cambia nada.

El problema no es que falte participación: lo que falta es una opción política que represente de verdad al pueblo trabajador, no a los negocios del poder.

Tenía razón El Viti Fayad tenía cuando en sus tiempos decía que Cornejo es un proxeneta de la política, pero ahora también le podemos agregar a otros dos personajes: Petri y De Marchi.

Frente a esta trampa de radicales disfrazados y kirchneristas vaciados, el Frente Verde es la única alternativa genuina. No nacimos de pactos de cúpula ni de marketing electoral: nacimos de la calle, de defender a miles de mendocinos frente a los tarifazos, los curros de la RTO, los impuestos injustos y la entrega del agua a los empresarios de siempre.

Mi compromiso no es con burócratas ni con empresarios parásitos del Estado. Mi compromiso es con vos, el ciudadano de a pie.

Con vos que trabajás en una moto repartiendo pedidos, que vigilás de noche, que manejás un taxi o que pasás guardias eternas como enfermero. Con vos que pagás impuestos y tarifas abusivas mientras ves cómo los políticos se enriquecen a tu costa.

Si la gente vuelve a confiar en que votar sirve, no será gracias a Cornejo ni a Petri, que ya demostraron su traición al pueblo. Será porque una nueva fuerza como el Frente Verde devuelve esperanza y defiende derechos. Porque el ciudadano común entenderá que esta vez su voto sí tiene sentido: servir para defenderlo a él, y no para sostener un feudo decadente.