Un año de Alfredo Cornejo, el flautista de Hamelin que maneja la botonera de Mendoza musicaliza sus versos en medio del humo, la crisis y los aplaudidores de siempre

Actualidad Mendoza

Hay que decir la verdad… «La Revolución de lo Sencillo» nunca existió en Mendoza en estos 9 años de gestión de Cambia Mendoza. No hubo ni hay «Revolución» en la provincia y su Estado tampoco fue y es «Sencillo», sino todo lo contrario: caro, lleno de cargos jerárquicos de sueldos millonarios, entes públicos que funcionan como guaridas políticas y fideicomisos laberínticos que se transforman en cajas políticas.

Con el paso del tiempo quedó demostrado que Alfredo Cornejo está cada vez más alejado del concepto «revolucionario», para transformarse en un verdadero «Flautista de Hamelin».

El flautista no tiene equipo, anda solo con sus melodías tratando de endulzar (sin hechos) los oídos de la ciudadanía pobre y precarizada.

El flautista de Hamelín es una leyenda alemana, documentada por los Hermanos Grimm, que cuenta la historia de una misteriosa desgracia acaecida en la ciudad de Hamelín, Alemania, el 26 de junio de 1284.

Originada como parte del folclore medieval, la leyenda también inspiró un verso de Goethe, Der Rattenfänger; y uno de los poemas más conocidos de Robert Browning, El flautista de Hamelín.

Y aunque cada escritor retocó el cuento, el argumento básico siguió siendo el mismo: la ciudad de Hamelín contrató al flautista para que la liberara de su plaga de ratas.

Siguiendo las notas hipnóticas de la flauta mágica, los roedores desfilaron cortésmente a través de las puertas de la ciudad hacia su presunta perdición.

Sin embargo, no fueron los únicos atraídos por su música. Cuando la ciudad se negó a pagarle al flautista por su servicio, el salvador tramó su venganza atrayendo con su melodía a los niños de Hamelín.

Encantados por las notas, los más jóvenes siguieron al flautista fuera de la ciudad y simplemente desaparecieron.

Esta vieja historia la podemos traer a la actualidad menduca, donde nuestro «flautistaª siempre interpreta una melodía diferente para encandilar a la ciudadanía en el seguimiento de su proyecto personal. El destino nunca es posible… desaparece… pero cíclicamente surgen nuevos temas de enganche electoral que embarrullan al público.

Un flautista sin orquesta ni un equipo que acompañe con el mismo ritmo que aplica en sus entusiastas melodías. Es así como llega al año con una gestión mediocre, llena de promesas pero sin hechos concretos.

Ningún mendocino que lo votó en el 2023 esperaba una versión tan opaca de un Cornejo que tocó melodías a desgano y hasta se lo vio cansado. La gente se dio cuenta de la defraudación, su tracción a «media maquina» y lo expresó recientemente en la encuesta aparecida en el medio oficialista Mendoza Post, donde sus lectores expresaron libremente ese malestar y marcaron la mediocridad de los funcionarios que lo rodean y que no funcionan ¿Cómo habrá sido la gestión tan mediocre de Cornejo en este año que la funcionaria que resalta del resto del equipo oficialista fue Mercedes Rus?

En este primer año de Cornejo se prometió transparencia y hasta el día de hoy su ministra de Energía y Ambiente no pudo explicar públicamente cuánto cobró en su cargo como parte del directorio de YPF… 77 millones?… 7 millones?… 7 centavos?… ¿Dónde fue a parar y cuánto del dinero de todos los mendocinos? También todo quedó muy turbio con una Jimena que atendía por dos ventanillas: formaba parte del Directorio de YPF y también justamente «controlaba» a YPF para que no produzca ningún desastre ambiental. Ni hablar del papelón del Departamento General de Irrigación que sancionó a la misma petrolera YPF con un millón de pesos, si solo un milloncito, por contaminación hídrica en el yacimiento de Barrancas. Parece chiste!

Por otro lado, en plena campaña electoral, Cornejo prometió que la Educación sería la principal prioridad en su gestión y los resultados ya a casi a fin de año fueron establecimientos educativos todavía sin arreglos sustanciales, docentes mendocinos con los peores salarios de la Argentina en cuanto a poder adquisitivo y con la nota promedio de los exámenes de ingreso los colegios de la UNCuyo fue de 5,52… es decir, el 90 por ciento de los alumnos de primaria sacaron menos de 7, es decir, fracaso total!

Ni hablar del tema seguridad en Mendoza, que tanto dio «catedra» Cornejo en cada encuentro en la provincia y en Nación, donde la ministra «especialista» Mercedes Rus no pudo hacer nunca pie en el tema… toda Mendoza está descontrolada y hoy vemos como los asaltos, crímenes, narcomenudeo y peleas territoriales de bandas, son moneda corriente en la provincia.

Un turismo sin baños públicos, un Ecoparque que es promesa desde el 2015, el fracaso de Penitentes expropiado que nunca tuvo una temporada invernal completa y digna para sus visitantes, la misteriosa turbidez de El Azufre, rutas detonadas, son algunas de «las canciones» que todavía no tienen final… o el final esperado.

Sin dudas, el mayor «éxito» de nuestro flautista es la «Canción de la Minería», que hoy es más promesa que realidad. Todavía ningún inversor internacional serio arriesgó ni puso un peso en la plaza minera mendocina donde no hay rutas transitables ni servicios adecuados para la instalación de un proyecto. Hasta ahora la apuesta de Cornejo es más verso que música… un «relato» de que van a llegar la lluvia de inversiones, en medio de la falta de capacitación en el tema minero de la masa laboral mendocina, sin garantías en cuanto a la seguridad e higiene del personal, un duro cepo cambiario del gobierno nacional que traba toda inversión de las multinacionales, negociaciones poco claras con personajes muy cercanos al cornejismo, grandes negocios inmobiliarios en la zona que encarecen todo… hacen que lleguemos a brindar a fin de año sin una propuesta minera de envergadura a pesar de tantas notas periodísticas pautadas y tantas exposiciones internacionales caminadas registradas en bellas fotos oficialistas.

La austeridad que prometía el flautista en sus canciones nunca llegó. El Estado Bobo siguió bancando a los amiguis empresarios… desde Porreta que recibió este primer año de Cornejo, al menos, unos 31.550 millones de guita del pueblo mendocino para avanzar con el Metrotravía, que viene muy lento igual que «las inversiones» de Potrerillos; los amiguis del poder de la RTO que se llevan otros $12 mil millones con tan solo registrar la mitad del parque automotor; la 5 familias del Mendotran que aún los sigue bancando el estado mendocino y se han llevado a sus bolsillo 280 millones de pesos, es decir, el segundo presupuesto de la provincia; el constante subsidio de la tuya que se le otorga a la firma Millán SA como “estímulo” a la producción ganadera (el último aporte del Estado Bobo fue de 88 millones de pesos); entre otros momentos de generosidad cornejista.

La flautita de Alfredo

En el 2015, en medio del caos que venía dejando el desgobierno peronista, la música que brotaba de la flauta de Cornejo giraba en torno a establecer «el orden» en la provincia a través de una fuerza política manejada por el republicanismo radical. La figura de Alfredo daba garantías de «compromiso» en poner las cosas en su lugar a través de un líder fuerte que tomaba decisiones, en contraste al desdibujado Paco Pérez, vaciado de poder.

La flauta no toca sola, siempre hay un coro (bien pago) de formadores de opinión distribuidos en diferentes medios radiales, televisivos y portales de la provincia que celebran cada nota musical que interpreta el flautista, aunque a veces desafine.

Enredados en «la esperanza» de una Mendoza mejor, la ciudadanía escucha y sigue hipnóticamente la música del flautista, aunque verdaderamente se logren los resultados.

En plena campaña electoral del 2015, Cornejo presentaba un «melódico» ecoparque superador al abandonado zoológico, moderno, enorme y lleno de atracciones novedosas… que aún, casi diez años después, en medio de la desidia., seguimos esperando.

Otra melodía de «esperanza» brotaba desde el sur en el 2019, para quedarse electoralmente con la Malargüe radical de la mano de Juan Manuel Ojeda. Recordemos la famosa lista de mendocinos que se preparaban para trabajar en «la obra del Siglo», una bella canción que prometía progreso gracias a la instalación de Portezuelo del Viento, que nunca fue realidad.

Hoy el verso continúa… se prometen grandes inversiones mineras en la provincia a pesar del cepo, la falta de mano de obra capacitada y la falta de infraestructura y logística. Se habla del modelo del «derrame», es decir, el desarrollo económico de la minería podría «derramarse» a la actividad agrícola y la sociedad toda… aunque todos bien conocemos este final: sin agua para el agro, sin campaña antigranizo y sin «derrame» para el pueblo mendocino, porque los que se la van a llevar toda son solo unos pocos empresarios y los lobbistas de la política.

Cornejo chapea desarrollo en medio del desierto, mientras un coro de ángeles lo aplaude permanentemente. Servirá para ponerle melodía a los electores del año que viene con nuevas promesas que nunca se cumplen y dejan a Mendoza en la eterna esperanza, mientras los sueldos son cada vez más bajos, la vida cada vez más marginal y precarizada, la pobreza crece.

El flautista de a poquito va llevando a todos al abismo…

Por Julián Galván