Las ansiedades por el poder les están jugando una mala pasada a los referentes de Juntos por el Cambio, no solo se chicanean abiertamente ante el público, sino que juegan con subterránea artillería pesada meses antes de la disputa oficial que son las PASO.
Los caprichos personales alientan a generar inminentes rupturas en provincias importantísimas no sólo por el valor simbólico y peso territorial de algunas, sino también por ser inaugurales del calendario electoral 2023. En caso de no lograr una solución podría generar una suerte de anarquía provincial en la cual cada distrito decida optar por hacer lo más conveniente para sus propios intereses, relegando los de la coalición como conjunto. Esos distritos son Río Negro, tal vez el más problemático; Mendoza; Neuquén; Chubut y Tucumán.
En ese marco, en la noche del martes se realizó un nuevo Zoom con los principales referentes del PRO para tratar de resolver la novela hot del verano mendocino entre Alfredo Cornejo y Omar De Marchi.
Está claro que la participación nacional de la Union Civica Radical dentro del frente Juntos por el Cambio es solo una figura decorativa, ya que la verdadera mesa chica la manejan Macri, Larreta y Bullrich. Y justamente las definiciones serán por ahi…
Es así que con la presencia de Mauricio Macri, quien se conectó desde Cumelén, los altos mandos del partido opositor se reunieron anoche para explorar una estrategia ante la escalada de conflictos en el esquema de Juntos por el Cambio en las provincias que desdoblaron las elecciones. La cumbre por Zoom se convirtió en el campo de batalla de una nueva pelea entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, figuras centrales de la oposición que aspiran a competir por la presidencia.
Con Macri como arbitro, Bullrich ratificó su postura y enfrentó a Larreta: acusó a De Marchi de instalar un clima de ruptura en Mendoza que podría tener consecuencias a nivel nacional. El argumento de la exministra de Seguridad es que en esa provincia hay PASO, por lo que el aliado de Larreta no tiene excusas para no usar ese mecanismo. Macri y Vidal, entre otras autoridades de Pro, compartieron esa posición. Es más, el expresidente se mostró pesimista sobre la chance de un acuerdo entre De Marchi y Cornejo, por lo que sugirió explorar una posición. Dejó en claro que De Marchi debía competir en las primarias. Los antecedentes de Río Negro y Neuquén, donde JxC se dividió y no se cumplió el reglamento interno de la mesa nacional para definir las candidaturas, complican el armado en Mendoza y Tucumán, entre otros distritos. Ayer, los jefes de Pro también pusieron la lupa en Córdoba, donde aún no hubo acuerdo.
De Marchi gana tiempo ante un Alfredo Cornejo que asegura que el tema tiene que resolverse antes de que termine febrero. De forma que para muchos fue sorpresiva, Rodríguez Larreta se plantó firme a la hora de asegurar que «la ansiedad de los radicales es una trampa» y que no hay motivos para precipitar una definición de De Marchi.
Básicamente, el temor de muchos es que De Marchi decida dejar el frente provincial Cambia Mendoza para enfrentar abiertamente a Cornejo en las elecciones generales. Eso preocupa no solo por el caso Mendoza sino por la posibilidad de que ese tipo de «divorcios» se repliquen en otras provincias importantes debilitando a Juntos por el Cambio en la recta final del largo camino electoral.
Por eso los ánimos estuvieron caldeados en la reunión del PRO. Alineada con Cornejo desde hace tiempo, Patricia Bullrich pidió que se le ordenara a De Marchi competir en las PASO o ser sancionado duramente por el partido si definía dar un paso al costado y dejar Cambia Mendoza.
En ese punto hubo coincidencias: el camino institucional para dirimir diferencias son las primarias. En Mendoza hay PASO y tienen que ser respetadas. Pero Rodríguez Larreta aseguró que no hay apuro en ese sentido ya que las primarias son en junio y hay tiempo hasta abril para definir los frentes.
Larreta y sus laderos no quieren quedar como promotores de un quiebre, pero consideran que Bullrich dejó de actuar como titular de Pro y mueve las fichas y teje alianzas en el interior con el sello del partido, pero con un único objetivo: fortalecer su candidatura. Es decir, creen que antepone su proyecto presidencial a los intereses del partido.
Al igual que repite Cornejo, Bullrich sostuvo que el hecho de que siete municipios hayan adelantado sus comicios en la provincia obliga a que las definiciones lleguen pronto. Rodríguez Larreta no abonó a esa teoría y no hubo acuerdo. La votación se suspendió porque Larreta pidió tiempo para hablar con De Marchi y se buscó una salida intermedia: enviar una misión de paz a Mendoza.
Eduardo Macchiavelli y Federico Angelini serán los embajadores nacionales que el PRO enviará a territorio mendocino para mediar con De Marchi. La intención es que todo se resuelva antes del 25 de febrero pero habrá que esperar hasta entonces para confirmarlo. Mientras tanto, De Marchi sigue tejiendo acuerdos para disputarle el poder a Cornejo. «No podemos convalidar en silencio que un solo señor capture de forma total todas las instituciones mendocinas. Tenemos la obligación de dar esta pelea», subrayan desde el entorno del diputado nacional.
Fuentes MDZ-La Nación
