El Senado aprobó proyecto de Ley de Etiquetado de Alimentos por amplia mayoría

Actualidad Mendoza

La Cámara de Senadores aprobó esta noche por amplia mayoría y giró a Diputados el proyecto de Ley sobre Etiquetado de Alimentos, que fija pautas para una alimentación saludable y establece la colocación de una serie de sellos frontales en los envases de alimentos con altos contenidos de sodio, azúcares, grasas saturadas, grasas totales y calorías.

La discusión parlamentaria se extendió por tres horas y el proyecto, que obtuvo 64 votos a favor y tres en contra, fue apoyado mayoritariamente, por oficialistas y opositores.

En contra se expresaron las legisladoras tucumanas Silvia Elías de Pérez, del radicalismo; y Beatriz Mirkin, del Frente de Todos; y la riojana del interbloque Parlamentario Federal, Clara Vega.

El texto, producto de un consenso entre propuestas presentadas por 15 senadores, tanto del oficialismo como de la oposición, entre ellos los mendocinos Julio Cobos y Anabel Fernández Sagasti, que trabajaron en conjunto con el Ministerio de Salud y distintos sectores. Ahora, la discusión pasa a la Cámara de Diputados.

La propuesta

El proyecto busca garantizar el derecho a la salud y a una alimentación adecuada a través de la promoción de una alimentación saludable, brindando información nutricional simple y comprensible de los alimentos envasados y bebidas analcohólicas.

También, en el caso de los productos con edulcorantes, debe contener una leyenda precautoria, inmediatamente por debajo de los sellos de advertencia, con la leyenda: “Contiene edulcorantes, No recomendable en niños/as”.

Los valores máximos de azúcares, grasas saturadas, grasas totales y sodio establecidos deben cumplir con los límites del Perfil de Nutrientes de la Organización Panamericana de la Salud.

Además, se exceptúa de la colocación de sello en la cara principal al azúcar común, sal de mesa, aceites vegetales y frutos secos.

Asimismo, se obliga a las empresas a declarar el contenido cuantitativo de azúcares, entendiéndose como hidratos de carbono simples (disacáridos y monosacáridos), en el rotulado nutricional de los alimentos envasados para consumo humano.

Entre otros aspectos, el proyecto prohíbe que los alimentos y las bebidas analcohólicas que contengan algún sello de advertencia, incorporen información nutricional complementaria; logos o frases con el aval de sociedades científicas o asociaciones civiles; y personajes infantiles, animaciones, celebridades, deportistas, entre otros.

La palabra de la senadora Fernández Sagasti

Una de las autoras del proyecto, la mendocina Anabel Fernández Sagasti, se mostró “convencida de que mejorar la calidad de información de los alimentos que consumimos es una demanda social”.

Fernández Sagasti resaltó que cuando decenas de legisladores de distintas provincias y partidos, presentan iniciativas similares quiere decir que miles de argentinos están pidiendo solución a un tema.

“Tenemos la obligación de incluir a la Argentina entre los países que están luchando a través de legislaciones para evitar enfermedades no transmisibles como puede ser la diabetes, o las enfermedades cardiovasculares”.

Luego, destacó la tarea que se hizo con organizaciones de la sociedad, empresarias industriales, internacionales. En relación a algunas presiones de sectores corporativos de la industria la legisladora apuntó “es momento de hablar de frente y decir las cosas tal cual son y no llamar a legisladores uno por uno, por atrás, intentando doblegar las iniciativas que creemos mejores para los argentinos”.

Yendo a la defensa de la Ley de Promoción de Alimentación argumentó: “se ha dicho que demonizamos productos, pero lo único que queremos es que se advierta sobre los excesos de nutrientes críticos para que el consumidor pueda elegir qué comer”.

“La alta disponibilidad de alimentos procesados hipercalóricos, poco nutritivos con agresiva promoción publicitaria (especialmente en niños, niñas y adolescentes) produce un retroceso respecto de las pautas que indica la OMS de lo que debe ser una alimentación saludable”, explicó Fernández Sagasti.

En relación a las etiquetas dijo que “hoy la información que hay en los productos alimenticios son inentendibles. Esta ley no es contra nadie, es a favor de todos los argentinos y argentinas que tenemos el derecho de saber qué comemos y qué queremos que comen nuestros hijos e hijas”.

“Nos venden alimentos y bebidas como si fueran saludables cuando no lo son. Y las etiquetas son muy confusas. La Encuesta Nacional de Nutrición y Salud del año 2019 en Argentina indicó que solo el 13% de los encuestados comprende la información nutricional del envase, demostrando que sistema actual no funciona correctamente para orientar a los consumidores”

Por otra parte, la senadora remarcó que existe evidencia científica que demuestra que el consumo en exceso de azúcares, sodio y grasas deriva en diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares, entre otras.
Además compartió datos de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo para enfermedades no transmisibles (ENT), que indica que el 61% de la población tiene exceso de peso (Entre obesidad y sobrepeso), el 35% tiene presión arterial elevada y casi el 30% tiene colesterol elevado
“No solamente se trata de etiquetados de advertencia sino que, esta ley, es integral porque regula la publicidad, en currículas escolares incluye la educación nutricional y la promoción de alimentación saludable en las escuelas. Digo esto para evitar el reduccionismo de pensar que esta ley está dirigida exclusivamente a la cuestión de la obesidad; claramente debemos decir que el consumo de productos con elevados niveles de sodio, grasas o azúcares, genera daño a todas las personas independientemente de sus características corporales”, argumentó.

Por otro lado, rechazó tres argumentos falaces en relación a esta ley. Con respecto a la Argentina y su pertenencia al Mercosur como restricción para rotular libremente, la cuestión de la demonización de productos por el sistema de rotulado por octógonos, y el supuesto “fracaso” de los países donde se aplicó este sistema de advertencia frontal.

“Esta ley no es una solución mágica a un problema mundial y los argentinos estamos atacando por primera vez como política de Estado este tema. Esta ley es favor de la salud, de la buena nutrición de los argentinos y las argentinas y estamos convencidos que es un primer paso que tenemos que seguir desarrollando”, defendió.

La palabra del senador Cobos

En tanto, el radical mendocino Julio Cobos, otro de los autores del proyecto, mencionó que hay un “crecimiento del 75 por ciento de factores de riesgo, principalmente de obesidad y sobrepeso” y comentó que “más de 27 millones de argentinos tienen exceso de peso”.

El ex vicepresidente de la nación manifestó que “En esta sesión hemos tratado dos proyectos muy importantes: la declaración de interés público sobre las vacunas contra el covid-19 y el de alimentación saludable. Hay un factor común entre ambos: la salud. La pandemia que afrontamos ha llevado a una cantidad de contagiados numerosa, también hay que decirlo de recuperados, y lamentablemente de fallecidos. Siempre cuando se da el parte de fallecidos se indica si el paciente tiene alguna comorbilidad, porque este virus afecta con mayor virulencia a personas que registran algún tipo de problemas de salud, fundamentalmente vinculados con la obesidad, con problemas cardiovasculares, con algún problema de diabetes y ahí donde encontramos el factor común, por eso no sé si es casualidad que hoy estamos tratando los dos proyectos en forma conjunta”.

“El etiquetado de alimentos se discute desde hace tiempo. Los primeros proyectos fueron presentados por miembros del oficialismo y la oposición allá por el 2016.  Ahí ya se inició un debate con el sector industrial y empresario, en los cuales estos sectores trataban de demorar la discusión. La verdad es que nos encontramos un problema muy serio en Argentina.  Muy serio desde el punto de vista de la problemática con los factores de riesgo de la población. Hay dos encuestas, una en el año 2005 y otra en el año 2018, que han demostrado un crecimiento del 75% de los factores de riesgo, por incremento del sobrepeso. Tenemos más del 60% de la población con exceso de peso, y dentro de ese núcleo poblacional, el 32% con obesidad, es decir más de 27 millones de argentinos que tienen este problema”.

El legislador radical señaló que “Como indica la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el problema de las enfermedades crónicas no transmisibles produce la muerte de 41 millones de personas en el mundo y 140.000 en nuestro país.  La mejor manera de trabajar en la política de salud es en la prevención. El objetivo de este proyecto, que ha sido consensuado con el aporte de muchos senadores y senadoras, tanto de la oposición como del oficialismo, es la promoción de la salud a través de una alimentación adecuada, que se logra advirtiendo a la población sobre qué vamos a consumir, con una advertencia clara, que no confunda y que tenga alto impacto para así prevenir la malnutrición”.

“Este sistema de etiquetado que proponemos ya se ha incorporado en muchos países asociados al Mercosur, como es el caso de Uruguay y Brasil y podemos mencionar a Chile y México. Chile que fue el pionero, hizo varios focus group para ver cuál era el mejor sistema y se llegó al octógono negro con reborde blanco, con letras blancas, que expresen cuando hay exceso de calorías, exceso de grasas, exceso de azúcar y de sodio”.  

El senador mendocino expresó que “Estamos ante una asimetría de información entre el que produce el alimento, que sabe lo que está poniendo, y  el consumidor que no sabe, porque es muy difícil leer en un envase la letra chica. Además, no estamos en contra del azúcar o de la sal, tal es así que un envase de azúcar se va a poder comprar y no va a encontrar un etiquetado porque no se está escondiendo nada, el que compra azúcar sabe lo que está comprando, pero quien compra una gaseosa regular de 600 cm3, no sabe que tiene 16 cucharadas de azúcar. Nos parece que este sistema de etiquetado es perfectamente claro, advierte a la población, es un derecho del consumidor y estamos actuando en beneficio de la prevención de la malnutrición”. 

“Hablamos de enfermedades crónicas no transmisibles, pero a veces se puede transmitir con la publicidad engañosa, sobre todo a los más chicos, con las informaciones nutricionales complementarias donde aparecen un personaje de algún dibujito,  un héroe deportivo,  una figura de la televisión. Estas cosas van a estar prohibidas cuando el envase tenga alguna de las leyendas de advertencia, para no confundir o engañar sobre todo a los más chicos o estimular el consumo de productos que no cumplen con las condiciones de la OPS en cuanto a los nutrientes”. 

“El Estado tiene que ser responsable en las adjudicaciones y en las compras que realiza, dándole prioridad a los productos que cumplan con la alimentación saludable. Cuando no se cumpla la ley vamos a remitir a la ley de lealtad comercial y al decreto reglamentario de esta ley donde están establecidas perfectamente las penalidades”.

Cobos destacó que “Hay dos plazos que distinguir: primero el que tiene el Ejecutivo para reglamentar la ley que es de 90 días. Y el plazo para aplicar la ley será de 180 días para la industria en general y de 180 días más, es decir un año, que será facultad de la autoridad de aplicación.  Para las pymes y las economías familiares son 12 meses, con opción a 12 más. Pero debemos destacar que la Industria hace más de 5 años sabe que se venía esta ley y que debía ir tomando algunas medidas. Hay otro plazo también se fija que es una flexibilización, para adecuarse a los parámetros de nutrientes críticos que establece la OPS y se brindan dos años para ir adecuando gradualmente estos porcentajes hasta llegar a los límites establecidos. Los plazos son más que razonables para poder cumplir con la ley”. 

“Quiero romper algunos mitos. Nosotros no queremos demonizar ningún producto, ni estamos prohibiendo nada, ni aumentando impuestos para forzar a la industria a adecuarse.  Estamos advirtiendo a la población, después la gente tendrá derecho a consumir lo que quiera, pero estamos advirtiendo mediante un etiquetado claro y simple, más las leyendas que tiene que ver con la prevención vinculada de los edulcorantes y con la cafeína para nuestros niños. El tema del Mercosur es otro mito, porque la ley prevé que esto pueda ser adecuado y modificado, además de que ya varios países tienen leyes similares”. 

“Siempre se reclama a la dirigencia política que no nos ponemos de acuerdo, hoy estamos dando muestra que las distintas fuerzas políticas consensuamos una política de estado en relación a la salud de la población argentina. Ahora nosotros le pedimos al sector empresario que utilice todo el esfuerzo que ha usado hasta ahora para conseguir más plazo o para conseguir un mecanismo de advertencia que sea inocuo; que se concentre en adecuar los productos alimenticios pensando en el beneficio para nuestra población. Ojalá el inicio del próximo año nos encuentre con la vacuna desarrollada, con nuestros chicos en la escuela y con una ley de etiquetado sancionada y promulgada por el Poder Ejecutivo” finalizó Cobos.