Raúl Rufeil le puso mucho empeño a la campaña bajo el ala de Alfredo Cornejo, para ser intendente del Departamento de San Martín. Con todo el aparato mediático a favor y la billetera del gobierno de Alfredo pudo llegar a su objetivo. En el medio hubo paquetes de fideos y atractivas promesas de «trabajo».
Después de los festejos por el triunfo electoral, de limpiar el papel picado rojo y blanco, de repartir los últimos paquetes de fideos, llegó el momento de gobernar…
Ya no estaba «en casa» papá Cornejo porque se instaló en Buenos Aires abriendo otros caminos, los presidenciales… la billetera de el flamante gobernador Rodolfo Suarez está bastante flaca y tratando de pagar las millonarias deudas de su antecesor, incluso ya se habla de austeridad y de recorte de obras públicas para este año.
Rufeil fue finalmente un candidato con pies de barro. El equipo de gestión que convocó para esta etapa «radical» del Municipio de San Martin «la tenía tan clara» que su soberbia hizo que no existiera transición con el equipo del intendente Jorge Gimenez.
Y así se encontraron… sin saber para donde ir desde el pasado 14 de diciembre… con los únicos argumentos que sostuvieron típicos de manual: «la pesada herencia», un enunciado que sirve eficazmente para tapar la inutilidad y para estirar semanas de parate administrativo.
Ese parate sirvió para que muchos funcionarios municipales de Rufeil, recientemente asumidos, con días en la gestión, ya se tomaran vacaciones.
La primera medida adoptada por el doctor Raúl Rufeil fue anestesiar la gestión municipal. Es así, como el recientemente inaugurado Cine Teatro Colón Municipal de Palmira, un novedoso polo cultural del Este de Mendoza, quede cerrado. Con Rufeil no hay agenda programada en estas vacaciones para que los vecinos sanmartinianos y gran parte de la región del Este disfrute de un simple espectáculo. La mejor excusa de la inoperatividad quedó demostrado en el cartel que expresa en la puerta «cerrado por reformas» (?).
Si algo caracterizaba a la gestión anterior era justamente generar atractivos eventos, ferias y espectáculos propios para que los vecinos de todas las edades y gustos no se muevan de su región, de su Departamento. Hoy la realidad es muy diferente, una administración Rufeil centralista que solo espera eventos y acciones a las órdenes de la Capital de la provincia de Mendoza.
El doctor Rufeil también metió bisturí en las Fiestas Vendimiales del Departamento. Desde el Municipio comunicaron que no se realizarán vendimias distritales y que solo habrá una única fiesta en Palmira.
El 14 de febrero se realizará la presentación de las candidatas. El 20 de febrero se llevará adelante la bendición de los frutos. Mientras que el 22 de febrero será la Fiesta Departamental de la Vendimia. Chau.
Pero la anestesiada gestión fue por más! En todos los municipios mendocinos se realizan las tradicionales «Escuelas de Verano», un espacio de contención social para los niños y jóvenes, donde se programan actividades recreativas y deportivas, instancias de convivencia y formativas. Algunos municipios se animan a más y generan talleres de aprendizajes de oficio y emprendedores. Pero para el intendente Raúl Rufeil, justamente médico pediatra que sabe de niños, de alimentación, de crecimiento… esto no es prioridad y es por eso que no programó nada para sus vecinos, no hay actividades para los niños, no hay propuestas.
Una nueva intendencia «muy hablada y explicada», que solo piensa en declaraciones para los diarios y pone millones de excusas para justamente no hacer nada ¿Será así por cuatro años? Pobre San Martín…
