Los tres diputados nacionales del Partido Obrero en el Frente de Izquierda, Néstor Pitrola (Buenos Aires), Pablo López (Salta) y Soledad Sosa (Mendoza), habían adelantado que no hiban a participar de la Asamblea Legislativa.
En un comunicado el PO había manifestado las razones de su ausencia “El primero de marzo, Macri abrirá las sesiones de un Congreso que él mismo ha atropellado para gobernar por decreto a cuenta de los buitres, del capital financiero, los grupos mineros y exportadores, en función del formidable ajuste contra la clase obrera y el conjunto del pueblo trabajador que ellos exigen”.
Es por esa razón, que a pocas cuadras del Congreso Nacional, el partido de izquierda realizó un acto que tuvo como oradores a los diputados Pablo López y Soledad Sosa.
“El discurso de Macri disimuló el único gran punto de la agenda degobierno y de todas las fuerzas políticas de Estado, macristas y opositoras, kirchneristas y no kirchneristas: el pacto con los buitres, alrededor del cual hunden al país en un ajuste que ya conoce dos devaluaciones, un tarifazo, enormes transferencias a los grupos exportadores, mineros y petroleros, y más de 50 mil despidos estatales y privados en sólo ochenta días”. “Macri describió la bancarrota nacional. Pero eludió su responsabilidad -y la de su coalición política- en el apoyo al pago serial de la deuda pública y el rescate a las privatizadas, que están en la base de esa quiebra”.
«El pacto buitre no viene al rescate del país, sino del capital financiero contra la Argentina, y su mayoría trabajadora. Habilitará, por el contrario, a un mayor hipotecamiento nacional». “Esto equivale al pacto Roca-Runciman”, declaró Néstor Pitrola desde la puerta del Congreso acompañado por Soledad Sosa y Pablo López, los diputados del Partido Obrero.
Pitrola remarcó “la justeza de la actitud política de los legisladores del Partido Obrero y del Frente de Izquierda de no escuchar a Macri”.
Soledad Sosa la diputada mendocina del PO y Secretaria Adjunta de la CTA Mendoza, finalizó “La gran oposición a este gobierno, y a sus coaliciones con las fuerzas políticas patronales y la burocracia sindical, será la clase obrera. Ello quedó demostrado en el gran paro estatal del 24 de febrero. El Partido Obrero y el Frente de Izquierda serán su voz política. Nuestra agenda inmediata es la prohibición de despidos por un año, abolición de ganancias en los salarios, salario mínimo equivalente a la canasta familiar, y 82% móvil del mejor salario del en actividad al jubilarse. Desde nuestros lugares parlamentarios, contribuiremos a la acción del movimiento obrero que, para luchar contra el ajuste de Macri y los gobernadores, batalla por recuperar a los sindicatos de la loza de los Moyano, los Caló y los Barrionuevo”.
