¿Petri para que lado patea? En plena ¿Democracia? El Ejército «homenajea» con honores a un genocida que fusiló 11 presos políticos en la Dictadura, implicado en torturas y desapariciones forzadas

Actualidad Mendoza

En estos extraños tiempos «De Libertad», donde surgen sectores que reivindican el accionar militar durante la nefasta Dictadura, regresan los fantasmas de las desapariciones y los falcons verdes, festejaron que se iniciaba una “nueva época” en línea con la llegada al gobierno de La Libertad Avanza (LLA) de Javier Milei y Victoria Villarruel.

En ello, en la actualidad «libertaria» se repiten con frecuencia declaraciones a favor «del trabajo fino» de torturas y desapariciones a cargo de los genocidas militares en la oscura etapa de la historia argentina. Hoy los celebran y homenajean.

En las últimas horas se dio a conocer un lamentable «homenaje» del actual Ejército Argentino a uno de los protagonistas del genocidio militar de los años 70… el Coronel Horacio Losito. El hecho sucedió en el cuartel del Regimiento de Infantería de Monte 30 (Apóstoles, Misiones).

«El Coronel Losito ha concurrido a ese cuartel a visitar a su hijo ya que recuperó la libertad hace dos meses luego de 19 años preso sin sentencia firme al igual que muchos otros camaradas», pregona al pie de un video en donde se ve claramente «el agasajo» militar al genocida.

El texto sigue… «Durante la Guerra de Malvinas, el Teniente primero Horacio Losito, de la Compañía de Comandos 602, lideró una misión de infiltración el 28 de mayo de 1982. En el combate de Top Malo House, Losito y sus hombres fueron atacados ferozmente por fuerzas británicas. Una esquirla de cohete antitanque hirió a Losito en la cabeza, y una bala le alcanzó la pierna izquierda. A pesar de sus graves heridas, cesó el fuego solo cuando se desvaneció por la pérdida de sangre, a pesar de su estado crítico, Losito demostró un acto de extraordinaria valentía y sacrificio al priorizar la atención médica de sus subordinados sobre la suya propia, rechazando ser atendido hasta que todos sus compañeros fueran atendidos, exponiendo su vida en el proceso».

«Su ejemplo de liderazgo y solidaridad fue destacado incluso por el médico inglés, Rick Jolly, quien afirmó que Losito no recibió prioridad por su jerarquía, sino por la gravedad de sus heridas. Este acto de heroísmo y entrega hacia sus compañeros de armas ha dejado un legado perdurable de honor y coraje en la historia militar argentina», cierra «el emotivo» texto al represor.

Losito fue condenado por la masacre de Margarita Belén, cuando once presos políticos fueron fusilados y otros cuatro desaparecidos. De esta masacre se cumplieron 47 años el pasado 13 de diciembre, mismo día en que el genocida recibió la noticia de que lo dejaban en libertad. Rafael Julio Manuel Barreiro fue condenado por secuestros, tormentos y asesinatos a perseguidos políticos en el Regimiento de Infantería 9.

Su liberación fue festejada por represores y organizaciones negacionistas como un triunfo y un cambio de época en los juicios por el terrorismo de Estado. A su salida, trascendió que el genocida envió un mensaje con vivas a la libertad –como suele hacer Javier Milei. Otro que se sumó a los festejos fue Carlos Pampillón, dirigente neonazi marplatense presentado como un “patriota” por la diputada libertaria Lilia Lemoine.

En tanto, las víctimas, la Secretaría de Derechos Humanos y la fiscalía se opusieron a la concesión de la libertad condicional de Losito. La fiscalía resaltó que el militar podría obstaculizar la búsqueda de los desaparecidos de la masacre de Margarita Belén que está actualmente en marcha y centrada en hallar los restos de Fernando Pierola, Roberto Yedro y Reynald Amalio Zapata Soñez, ya que se pudo reconstruir que el cuarto cuerpo –el de Julio Andrés Pereyra– había sido arrojado a las aguas del Río Paraná y enterrado como NN en el cementerio de Empedrado, Corrientes (Página12, 19/12/2023).

Losito tiene tres condenas en su haber: una a prisión perpetua por la masacre de Margarita Belén y dos a 25 años dictadas en Corrientes. Fue detenido en octubre de 2004. Desde abril de 2020 estaba en prisión domiciliaria, beneficio al que accedió durante la pandemia. Según el cómputo que practicó el Poder Judicial, el 10 de noviembre ya estaba en condiciones de acceder a la libertad condicional porque había completado los dos tercios de su sentencia – gracias también a que se le redujeron diez meses de reclusión por los cursos que hizo mientras estuvo preso -. A 3 días de asumido el nuevo gobierno, la justicia ordenó la libertad condicional del genocida coronel Horacio Losito.

Un detalle. El coronel Horacio Losito es un viejo conocido de la familia de la vicepresidenta Victoria Villarruel, lo cual en estos tiempos el genocida goza de total impunidad y reivindicaciones de «su trabajo».

En 1982, Losito combatió en Malvinas. Lo hirieron en la cabeza. El padre de la actual vicepresidenta, Eduardo Marcelo Villarruel, lo propuso como testigo presencial cuando hizo un reclamo para que algunos de sus hombres de la Compañía de Comandos 602 fueran reconocidos por el Ejército Argentino. Losito se retiró en 1986 y después estuvo cerca de los sectores carapintadas que atentaban contra los gobiernos democráticos y reclamaban impunidad por los crímenes cometidos durante los años del terrorismo de Estado. Con el tiempo, se recibió de abogado.

Vive en un departamento de la calle Juramento en pleno barrio de Belgrano con su esposa y su hija mayor. Su esposa, Carmen Mauriño, fue aceptada por el Tribunal Oral Federal (TOF) de Resistencia como su garante. Mauriño no fue ajena al movimiento de mujeres que se opusieron a los juicios de lesa humanidad.

En 2013, envió una carta de lectores al diario La Nación para defender a Cecilia Pando tras haber sido condenada por haber pintado los pañuelos de las Madres en la Plaza de Mayo. Entre otras, firmaron la carta Ana Magi –la esposa de Ernesto “Nabo” Barreiro–, Graciela Donda –esposa del marino Adolfo Donda– y Lucrecia Astiz, hermana de Alfredo Astiz.

La libertad de los genocidas podría atentar contra una década de lucha de familiares de víctimas y organismos de derechos humanos, gracias a la cual hoy muchos de ellos están tras las rejas. El actual ministro de Defensa del gobierno de Javier Milei, Luis Petri, no puede estar ajeno a esta realidad… poco tiene de militante radical y reivindicador de las luchas por la democracia con Raúl Alfonsín a la cabeza, si calla ante semejante barbarie de que el Ejercito que dirige «homenajea» a los autores del genocidio argentino.

Luis dejá las poses para las fotitos de lado… recordá que estamos en 40 años de Democracia y que cuando decimos «Nunca Más» es «Nunca Más»!  No te hagas el distraído.