Derroche de guita: Por una mala planificación se voló un parque solar entero en San Juan, ganadora del programa RenovAr, con pérdidas que rondan los u$s 10 millones

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Uno de los lugares más bellos de San Juan, al pie de la cordillera de Los Andes en el departamento Iglesia, fue punto de partida del proyecto de energía solar más grande de Cuyo: Solar Iglesia-Estancia Guañizuil. Un «hermoso» proyecto de la firma china Jinko Solar, que fue uno de los 30 ganadores de la licitación realizada por el Ministerio de Energía y Minería de la Nación para la producción de energía solar, en el marco del programa RenovAR- Ronda 1.5.

Con una inversión de 108 millones de dólares, el proyecto aspira (ba) generar electricidad durante 30 años, instalando una potencia de 90 MW y un abastecimiento para 75 mil hogares.

Jinko firmó un contrato de compraventa de energía a 20 años con la Compañía Administradora del Mercado Eléctrico Mayorista (Cammesa) a través de la subestación de Bauchaceta, de 132 kilovatios, situada cerca de la localidad sanjuanina de Las Flores,. El Contrato de Compraventa de Energía se adjudicó al precio de u$s 54,10/MWh.


«El proyecto solar se inició a principios de 2016, cuando empezamos a estudiar, junto a Leader Energy y Tierra de Los Andes, y a desarrollar este emprendimiento de 80 MW que usará unas 220 hectáreas en una zona privilegiada desde el punto de vista de la radiación solar. Iglesia es el  mejor lugar del país y es donde un proyecto de este tipo puede ser muy competitivo a la hora de participar en la licitación nacional para adjudicar la venta de energía», explicaba entusiasmado en aquellos inicios Horacio Vásquez Mena, Socio Fundador de Lader Energy.

Vásquez Mena, con más de 10 años de experiencia en proyectos de energía eólica y solar fotovoltaica, en Latinoamérica, principalmente en Argentina, Colombia y Chile, formó parte de este proyecto junto a los chinos, el tercero más grande del país, pero tal como dijo el legendario Tu Sam algún día «puede fallar»…

En la madrugada del jueves 23 de agosto, fuertes ráfagas del viento Zonda (muy habituales en la región cuyana…) destruyeron 2000 paneles fotovoltaicos en el Parque Solar Cordillera 1, de 80 MW, que estaba desarrollando Jinko Power en Iglesia, según informó el portal especializado Energía Estratégica, dejando el predio de Alberto Grau, titular de Tierra de Los Andes, y quien alquila el lugar para este proyecto, totalmente convertido en chatarra. También se supo que alrededor de 100 trabajadores tuvieron que ser evacuados.

Un grupo de trabajadores que pasaban por la localidad de Guañizuil, captó las imágenes que fueron reproducidas por radio Oasis y generaron el asombro de todos. El video se viralizó entre los sanjuaninos… aunque los medios locales trataron de minimizarlo, para no quedar envueltos en este papelón por no entender la mala planificación del proyecto. A excepción de los medios La Provincia de San Juan y San Juan 8 que se animaron a publicar la noticia.

 

Se volaron 2000 paneles en un sector del parque, de un total de 280.000 que contempla el proyecto en su totalidad», comentó a El Cronista Hernán Tálamo, country manager de la firma china.  El ejecutivo declinó brindar la cifra de los daños, pero aclaró que «equivalen a 1 MW de generación eléctrica en un proyecto de 93 MW, lo que implica menos del 1% del proyecto».

En cuanto a las causas del incidente, Tálamo sostuvo que «se trató de un descuido de la gente que hace el montaje, dado que los paneles estaban pre-ensamblados y faltaba hacer el torque (fijación final). Pero de ninguna manera este incidente pone en riesgo la continuidad del proyecto. Los paneles están diseñados para soportar ráfagas de viento y, de hecho, sectores linderos donde estaban bien fijados no se voló ninguno».

Respecto de las versiones que circularon respecto a la falta de un estudio de vientos antes de hacer el proyecto, el ejecutivo de Jinko señaló «son comentarios maliciosos de alguna empresa que se quedó afuera de las licitaciones de renovar. La ubicación del parque solar es óptima, y está contemplada la presencia del viento sonda. Sino, no nos hubieran aprobado el proyecto para ser financiado por el BID», aseguró.