Junto a intendentes del conurbano bonaerense, el precandidato presidencial por el Frente de Todos, Alberto Fernández, esquivó el cruce de declaraciones con las principales figuras de Juntos por el Cambio.
“Con la agresividad y el maltrato no me voy a involucrar. Para dividir está (Mauricio) Macri”, aclaró Fernández, cuando le preguntaron en una fugaz conferencia de prensa por los embates discursivos del jefe de Estado.
El postulante presidencial fue el actor central durante la visita al club Nuevo Arroyito de William Morris, en Hurlingham, estuvo acompañado por el jefe comunal anfitrión Juan Zabaleta, además de Gabriel Katopodis (San Martín) y Martín Insaurralde (Lomas de Zamora).
En clave electoral, prometió darle impulso a la economía, al contrastar con la gestión macrista: “Hace tres años y medio que Macri apagó la economía, bajó el consumo y aumentó la desocupación”.
El precandidato a presidente por el Frente de Todos advirtió que si gana Mauricio Macri se viene «una reforma laboral y previsional» a pedido del FMI y enfatizó que «si quieren un presidente ajustador, vótenlo a Macri».
«Yo le quiero decir a todos los argentinos que tengan presente, porque me lo ha dicho el enviado del Fondo, que el Gobierno se comprometió a hacer una nueva reforma laboral y una nueva reforma previsional después de las elecciones», en caso de triunfar Macri.
Alberto aseguró «Conmigo no cuenten; si quieren un presidente ajustador no me voten a mí, vótenlo a Macri».
Para finalizar, se refirió a la polémica por las fallas en el simulacro del escrutinio y la denuncia del PJ bonaerense contra la empresa proveedora del servicio de recuento, contratada por el Gobierno, lo que desató la preocupación por la vulnerabilidad del software y la manipulación de datos.
“Me gustaría que se investigue a SmartMatic”, sentenció Fernández.
